jueves, 6 de abril de 2017

Los caballeros del bosque, la sociedad secreta que eliminó a los indios de Minnesota.

Fuente Canal de Youtube  Radio uvb-76




JAVIER SANZ  

Los representantes de la Oficina de Asuntos Indígenas de Estados Unidos y los jefes de los Dakota (Sioux del este) firmaron varios tratados en la década de 1850 por los que los indios cedían grandes extensiones de tierra en el territorio de Minnesota (se convertiría en estado el 11 de mayo de 1858) a cambio de compensaciones económicas y el suministro de bienes. Sin embargo, cuando los tratados llegaban al Senado para su ratificación gran parte de la compensaciones se rechazaron y otras fueron a caer a bolsillos de terceros, e incluso llegaron a reducir el territorio que iba a quedar para los Dakota a lo largo del río Minnesota. Pequeño Cuervo y otros jefes de las tribus viajaron hasta Washington DC para exigir la aplicación de los tratados firmados… pero el gran Jefe Blanco hizo oídos sordos. Aún así, aguantaron.


Pequeño Cuervo
Con la llegada de los colonos a los nuevos territorios todo cambio para los Dakota: la tala de los bosques, la parcelación de la tierra de las praderas y la pesca indiscriminada en los ríos redujeron drásticamente la población de bisontes, alces, ciervos… Si disminuía la caza, disminuía la comida y las pieles para vender. Además, los pagos anuales a los que debían hacer frente el gobierno se retrasaban cada vez más, y cuando llegaban iban a parar directamente a los bolsillos de los comerciantes locales a los que los indios compraban a crédito para poder subsistir. En estas condiciones, sólo faltaba la gota que colmará el vaso… el 17 de agosto de 1862 cuatro jóvenes Dakota entraron en un corral y robaron unos huevos. Tras ser sorprendidos, se inició una pelea con el resultado de cinco colonos blancos muertos. A sabiendas de que aquel suceso tendría una respuesta contundente por la Oficina de Asuntos Indígenas, se reunió el Consejo Dakota, con Pequeño Cuervo al frente, para decidir qué hacer: se acordó no esperar la reacción de los blancos y continuar los ataques contra los asentamientos a lo largo del río Minnesota para expulsar a los colonos.


“Ataque en New Ulm” (1904) por Anton Gag
Durante los siguientes meses continuaron los enfrentamientos entre los Dakota y los colonos y más tarde, decantando definitivamente la balanza, el Ejército de los Estados Unidos. De los más de un millar de Dakotas capturados y presos en cárceles de Minnesota, 303 de ellos fueron declarados culpables de violación y asesinato de cientos de colonos en un juicio sin abogados ni defensa alguna. El presidente Abraham Lincoln conmutó la pena de muerte de 284 guerreros, pero firmó la sentencia de los 38 restantes. El 26 de diciembre de 1862 fueron ahorcados en Mankato (Minnesota) en lo que supuso la ejecución en masa más grande de toda la historia de los EEUU. El resto de los Dakota fueron expulsados de Minnesota a Nebraska y Dakota del Sur. Además, el Congreso suspendió las anualidades firmadas en los tratados con los Dakota durante cuatro años y otorgó el dinero para las familias de los colonos muertos.

Pero no acabarían aquí las desgracias para los indios, el 21 de febrero de 1863 el Congreso aprobó una ley para expulsar de Minnesota a los Winnebago (también llamados Ho-Chunk), tribus indias originarias de Wisconsin que habían sido forzadas a trasladarse al sur de Minnesota. Si ellos no participaron ni apoyaron a los Dakota, así lo determinó además una comisión de investigación, ¿por qué fueron igualmente expulsados los Winnebago? El miedo a que se repitiese lo ocurrido con los Dakota, el prejuicio y el odio racial y, sobre todo, la codicia de las tierras ocupadas por los Winnebago [recordemos que eran tierras a las que les obligaron a trasladarse tras echarlos de las suyas]. Con todos estos ingredientes, a finales de 1862 se había creado en Mankato la organización secreta The Knights of the Forest (Los Caballeros del Bosque), cuyo único objetivo no era otro que exterminar a todos los indios en el estado de Minnesota. Puede que el Ku Klux Klan, organizado en los estados del Sur en 1867, tuviesen como referente a estos “caballeros”.
Entre los miembros de esta sociedad se encontraban personas influyentes y relevantes de la zona, se cree que incluso el gobernador de Minnesota Alexander Ramsey era uno de ellos. Todos los miembros de esta organización tenían que hacer un juramento…


…por el recuerdo de las crueldades inhumanas perpetradas contra ciudadanos indefensos, y en presencia de los miembros de la orden , prometo solemnemente dedicar mis esfuerzos y utilizar mi influencia y poder  para eliminar a todas las tribus de indios del estado de Minnesota. Voy a sacrificar todas las preferencias políticas y de cualquier otra clase para lograr ese objetivo […] Voy a proteger y defender a todos los miembros para conseguir los objetivos de la presente orden. Observaré fielmente la constitución, las normas y los reglamentos de los Caballeros del Bosque. Nunca revelaré el nombre, la existencia o los secretos de esta orden a nadie ajeno a la misma […] Ante todos, me comprometo por mi honor sagrado.
Tras la derrota de los Dakota, los miembros de la orden se apostaban en los bosques limítrofes de la reserva Winnebago y disparaban como si de un juego de puntería se tratase, patrullaban el perímetro para que ninguno se atreviese a salir… el acoso era constante. Al final, y gracias a la influencia política y económica de sus miembros, el Congreso de Estados Unidos sucumbió a la presión de los “caballeros” y se aprobaron las leyes para expulsar a todos los indios de Minnesota. Aquel 21 de febrero de 1863, unos 2.000 Winnebago abandonaban las tierras de la reserva, entre gritos de júbilo de los colonos , y fueron enviados a Crow Creek (Dakota del Sur) a bordo de dos barcos de vapor. El gobierno había aprobado un presupuesto de $ 50.000 para el traslado, una cantidad a todas luces insuficiente…  más de 550 murieron durante el viaje y varios cientos más al poco tiempo de llegar por las duras condiciones . Eso sí, los Caballeros del Bosque se repartieron las tierras de la reserva.

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