martes, 30 de abril de 2024

Neurocientífico asegura que el libre albedrío no existe. // ¿Qué es lo que se nos quiere inculcar como libre albedrío? - por Marielalero.

Neurocientífico asegura que el libre albedrío no existe

Tras cuatro décadas de estudio del comportamiento humano y de los primates, el nuevo libro del neurocientífico Robert Sapolsky llega a un veredicto que muchos podrían considerar devastador: no tenemos libre albedrío.

24horas.cl



 

Jueves 26 de octubre de 2023


En la actualidad, Robert Sapolsky es ampliamente reconocido como uno de los científicos más respetados. Este distinguido biólogo y neurocientífico de 66 años, que trabaja en la Universidad de Stanford, se destacó inicialmente como primatólogo, investigando a los babuinos salvajes en Kenia. Su trabajo reveló cómo las complejas interacciones sociales de estos primates generan estrés y cómo este estrés afecta su salud.

Sin embargo, Sapolsky cambió su enfoque hacia la neurociencia y se dedicó a investigar el comportamiento en diversas especies animales, incluyendo a los humanos. Recientemente, ha llegado a una conclusión un tanto controvertida, y para muchos quizás un tanto desoladora, sobre la naturaleza humana: según él, prácticamente todo el comportamiento humano está fuera de nuestro control. En otras palabras, está firmemente convencido de que el concepto del "libre albedrío" es inexistente, sin excepciones.

"No somos ni más ni menos que la suma de lo que no podemos controlar: nuestra biología, nuestro entorno y sus interacciones", asegura Sapolsky, según recoge New Scientist.

Pero ¿cómo puede ser esto cierto? ¿Acaso no tomamos decisiones libremente en cada momento de nuestras vidas, eligiendo hacer ciertas cosas sobre otras sin ninguna influencia externa directa?

Implicaciones morales complejas

El argumento de Sapolsky plantea cuestiones éticas complejas, ya que desafía la idea de la responsabilidad individual y culpa en acciones perjudiciales. Si se acepta su perspectiva, podría implicar que las personas no tienen un control real sobre sus acciones y, por lo tanto, no pueden ser culpables de sus malas acciones, lo que tendría entonces implicaciones significativas en la moral y la justicia social. No obstante, Sapolsky tiene una respuesta diferente al supuesto "problema".

"Máquinas biológicas"

En su último libro, Determined: A Science of Life Without Free Will (Determinado: Una ciencia de la vida sin libre albedrío), Sapolsky ha profundizado recientemente en sus reflexiones y observaciones sobre este controvertido concepto. En él, el neurocientífico refuta los argumentos biológicos y filosóficos a favor del libre albedrío, sosteniendo que los acontecimientos cerebrales previos, en interacción con un entorno específico, determinan el comportamiento.

En concreto, el científico subraya que todo lo que hacemos viene determinado por nuestra biología, genes, hormonas, educación, infancia y las diversas circunstancias de la vida que se extienden incluso mucho más allá de nosotros. Esta cadena interminable de causas, que se remonta a nuestros padres y más allá, crea una red casi infinita de factores que acaban traduciéndose en nuestras acciones.

Así, desde esta perspectiva, según Sapolsky, no somos seres autónomos como creemos ser, sino más bien una amalgama de estas influencias que se manifiestan en nuestras acciones. En esencia, nos considera simples "máquinas biológicas", al igual que cualquier otro organismo vivo.

"El mundo está realmente loco y es mucho, mucho más injusto por el hecho de que premiamos y castigamos a la gente por cosas sobre las que no tienen ningún control", declaró Sapolsky a Los Angeles Times. "No tenemos libre albedrío. Dejen de atribuirnos cosas que no existen", agregó.

Desafiar creencias arraigadas en nuestra conversación cultural

Para Sapolsky, incluso si, al leer estas palabras, no está convencido, esa supuesta decisión estaría predeterminada. Como admitió Sapolsky en una entrevista con The New York Times, sus afirmaciones son provocativas, pero se conformaría con que aquellos que lean su libro comiencen a cuestionar esta creencia profundamente arraigada en nuestra conversación cultural.

Eliminar la noción de libre albedrío, según Sapolsky, socava por completo nuestra identidad y autonomía, así como la fuente de sentido de nuestras vidas. Por ello, esta idea, según él, resulta especialmente difícil de rechazar por la complejidad que entraña.

Además, Sapolsky argumenta que la idea del libre albedrío como la capacidad de ser dueños de nuestras acciones es, en última instancia, una "definición completamente inútil", dada la interconexión de factores que influyen en nuestras elecciones y comportamientos.

"Para que existiera ese tipo de libre albedrío, tendría que funcionar a nivel biológico con total independencia de la historia de ese organismo", declaró al periódico. "Se podrían identificar las neuronas que provocan un comportamiento concreto, y no importaría lo que estuviera haciendo cualquier otra neurona del cerebro, cuál fuera el entorno, cuáles fueran los niveles hormonales de la persona, en qué cultura se hubiera criado", agregó.

Pero Sapolsky argumenta que esto sí es relevante, insistiendo en que todo tiene un origen y que nuestras mentes no operan de forma independiente de esos factores. Ilustra esto señalando cómo estamos condicionados a responder a diversos estímulos a lo largo de nuestra vida, como un mal olor. Nuestra reacción ante ese olor está determinada por nuestra genética, específicamente los receptores olfativos que hemos heredado, y también por cómo nos han condicionado durante nuestra educación para responder a esa percepción.

Razón para vivir con profundo perdón y comprensión

En debates de esta magnitud, las cuestiones adquieren siempre una profundidad significativa. Y en un tema tan complejo como éste, con múltiples dimensiones, surgen inevitablemente numerosas contradicciones. A pesar de ello, Sapolsky no parece preocupado por defender en detalle cada punto de su idea; más bien le interesa esbozar una imagen amplia de cómo sería un mundo en el que comprendiéramos que nuestras acciones cotidianas están mucho más condicionadas de lo que tendemos a creer, tanto individual como socialmente.

En este contexto, mientras algunos sostienen que aceptar nuestra falta de libertad podría convertirnos en monstruos morales, Sapolsky, como destaca The Guardian, argumenta apasionadamente que en realidad es una razón para vivir con profundo perdón y comprensión, para ver "lo absurdo de odiar a una persona por cualquier cosa que haya hecho".

"Llega un momento en que no importa si tus sentimientos son reales o si tu sensación de que los sentimientos son reales. Seguimos encontrando las cosas lo suficientemente aversivas como máquinas biológicas como para que sea útil llamar a esas cosas 'dolor' o 'tristeza' o 'infelicidad'. Y aunque es completamente absurdo pensar que a una máquina le pueda pasar algo bueno, es bueno cuando la sensación de sentir dolor disminuye", afirmó Sapolsky a The New York Times.

Aunque la propuesta de Sapolsky resulta intrigante, varios de sus colegas se oponen a su afirmación controvertida. Por ejemplo, Peter U. Tse, un neurocientífico de Dartmouth College, describió a Sapolsky como "brillante pero completamente equivocado".

"Los que defienden la idea de que no somos más que marionetas bioquímicas deterministas son responsables de aumentar el sufrimiento psicológico y la desesperanza en este mundo", declaró Tse a Los Angeles Times.

Independientemente de si se acepta o se rechaza esta crítica, en última instancia, el objetivo subyacente de Sapolsky es fomentar la felicidad en las personas, no su sufrimiento, a pesar de que reconoce que esto puede parecer incompatible con su argumento principal. En ese sentido, Sapolsky sostiene que este enfoque es "liberador" para la mayoría de las personas, especialmente para aquellos cuyas vidas han estado marcadas por la culpa, el castigo, la privación y el desprecio debido a circunstancias sobre las que no tienen control.

Fuente:  https://www.24horas.cl/internacional/deutsche-welle/neurocientifico-asegura-que-el-libre-albedrio-no-existe

¿Qué es lo que se nos quiere inculcar como libre albedrío?   - por Marielalero.



Enviado el 06/06/2011 a las 2:44

Apreciada Trinity.
Dada la inquietud planteada por una de las participantes relacionada a la teoría y comprensión del libre albedrío, me gustaría transmitir la siguiente visión para que entre todos juntos podamos ahondar en ella sabiendo discernir qué tipo de intención y mensaje se nos inculca inconscientemente desde muy pequeños.

Claro es que los seres humanos nos resulta difícil comprender ¿qué es lo que se nos quiere inculcar como libre albedrío? Nos instan a sentirnos seres libres y al mismo tiempo nos enseñan valores morales que contradicen los principios que se nos enseña como libertad.

Nuestra libertad siempre va a estar basada en lo que hemos recibido como educación y formación sujeta a los pre-condicionamientos convertidos en juicios críticos que defienden normas culturales patrones religiosos que arman y estructuran nuestra manera de pensar para actuar desde ella con derecho y pleno convencimiento que lo que estamos haciendo desde nuestra perspectiva es lo correcto.

Para ello nos pasamos gran parte de nuestra infancia y adolescencia sufriendo premios y castigos hasta estructurar rigurosamente lo que se nos enseñó como bueno o malo. Desde estas condiciones no podemos ser sujetos e individuos libres por que no se nos permitió pensar sin leyes reglamentarias que dictaminan lo que debes o no debes hacer. Transforman nuestras vidas en una demostración permanente, en una rendición de cuentas con infinitas explicaciones.

Dentro del concepto libre albedrío, te inculcan ser tú mismo, tomar tus propias decisiones y sentirte que eres una manifestación divina por otro lado te inculcan que tú mismo eres un ser que engendras el lado oscuro y necesitas ser guiado ser conducido en tus pensamientos y controlado dentro de la sociedad.

Existen muchísimas controversias que no nos permiten posicionarnos en el eje central de la idea. Porque la base está en que si somos genéticamente duales convivimos de por si con dos estados de pensamientos contradictorios y condicionados.

Se confunde libre albedrío con libertad de expresión, con autonomía propia, con espiritualidad, con carácter, con derechos, con democracia, con procedimientos, con decir lo que se nos ocurra, con decidir por los demás, con actuar por los demás, con determinar por los demás, con mentir en nombre del bien, con matar para defender el orden, por censurar, por hacer justicia etc.

No podemos vivir el estado del libre albedrío si no reconocemos que como raza dentro de este mundo físico no somos libres. No tenemos autonomía propia porque esta es dirigida y asistida desde el día del nacimiento. La vida de todo ser humano va a depender de las decisiones de otros hasta tener una determinada edad y desarrollado un carácter manifiesto que sepa imponerse, defenderse o humillarse, va a depender de la estructura psicológica e ideológica que tenga el entorno social donde se vive.

Nuestra libertad está atada a un patrón de vida desigualitario que define diferencias entre nosotros.

Tu vida es encaminada para que esté en manos de otros que decidirán por ti, porque tú no sabes pensar y decidir lo mejor para tu supuesto bien. Tu vida debe ser examinada en todo momento para ello han metido prefijos inquisidores para que te sientas comprometido a rendir detalles de lo que haces de lo contario estas metido en algo extraño y oscuro.

Tu dignidad y reputación está en tu constante demostración y detrás de ello tu condición personal, familiar y tu posición social. Este condicionamiento ejerce tanta presión en la vida de las personas que las lleva a vivir pendientes de lo que tienen que ir haciendo día a día para dejar conformes a los demás y ser aceptado. Tu libertad significa no tener privacidad.Entonces ¿qué sería el libre albedrío?

Podríamos decir que el libre albedrío que existe dentro de este mundo como concepto y ejemplo de vida está basado en normas de conducta, patrones religiosos, patrones culturales, primordialmente en patrones genéticos y en el legado de estos que son fuertemente transmitidos de generación en generación a nivel antropológico. Implica que tu libre albedrío dependerá de la formación de tus ancestros.

Del patrimonio humano e ideológico que ellos dejaron e impusieron desde su fe, veneración, rendición a través de cultos místicos que fortalecían su credibilidad.

Naces en este mundo 3D, con todo ese legado impreso en tu genética este a su vez será estimulado por la sociedad y nivel cultural de la familia que ancestralmente sello en ti una estructura cognitiva casi irreformable. Vienes condicionado genéticamente, entonces cómo vas a vivir desde el libre albedrío cuando dentro de ti portas infinitas grabaciones genéticas archivadas que fueron armando y estructurando lo que debes pensar ser y aceptar como bien o como mal.

La misma estructura es empleada a nivel general dentro de nuestra sociedad, la justicia se vale de sus propios principios y artículos que definen la libertad como autoridad para el cumplimiento del orden del ejemplo, de la seriedad y del respeto.

Sin embargo deja puntos vacíos carentes de contenidos claros donde no se puede comprender cuales fueron los parámetros utilizados para no corregir a quien corresponda. Y así sucesivamente en todos los órdenes. Que nos lleva a vivir dentro un juego al cual muchos no queremos estar.

Realmente ¿existe la justicia? ¿Es para todos o para algunos? ¿Se protegen a las personas que cumplen con sus principios morales y religiosos? ¿Qué tipo de libertad puede vivir una persona si vive condicionada por su ubicación social?

¿Puede haber libertad dentro de nuestra mente si estamos invadidos con problemas que muchas veces son innecesarios? ¿Podemos sentirnos libres si vivimos condicionados por nuestro ego? Creo que es este el nudo central de todos nuestros problemas y perdida de la tranquilidad.

No se puede vivir desde la libertad si dentro de nosotros cargamos con datos y recuerdos que obnubilan nuestra razón y nos hace esclavos de emociones contraproducentes para nuestra cura espiritual.

El conocerte a ti mismo te hará libre. Es el mejor antídoto para saber cómo hemos sido conformados estructuralmente con ideas, pensamientos, comportamientos, expresiones y palabras que no han sido nuestras sino impuestas de nuestros prototipos modelos. Dentro de este modelo de conducción mundial se define el libre albedrío basado subliminalmente con patrones ideológicos conductores hacia una estado de conciencia colectivo precarios desarrollando el individualismo y el egocentrismo en las personas.

Ese patrón esculpe dentro del raciocinio humano resentimientos, traumas, complejos… perdida de la propia identidad natural.

¿Cómo vas a sentirte libre? Si moralmente estas condicionado a decir lo que realmente piensas o ves por ti mismo si tus pensamientos fueron contaminados por las ideas y actuaciones de tus semejantes.

Como puedes sentirte libre si tuviste que aprender a copiar, actuar y escuchar lo que se entiende como buen proceder en nombre del amor, de tu fe y pureza, cuando dicho aprendizaje tan solo fue abocado a desarrollar la genética dual en los humanos a partir de los tres años de edad. Casi nadie puede salvarse de esta tipo de extorsión encubierta detrás de los niveles de educación familiar, social y laboral que se recibe a lo largo de nuestras vidas.

El libre albedrío si existe, pero no es el que se imparte dentro de este mundo físico. Tu eres dentro de este Cosmos de Luz un ser auténticamente libre que no necesitas dar detalles de tu vida diciendo hacia dónde vas o el por qué vas. Eres un ser libre en tus expresiones por que no tienes ninguna limitación genética. Tu verdadera fuente de vida está conectada a ti.

No necesitas ir a buscarla o que otros lo hagan por ti. Eres completamente autónomo y responsable de ti mismo, no infringes ninguna ley por que estas no existen como son impuestas en este mundo 3D. Eres una entidad respetada amada aceptada que vives en constante intercambio cultural y enriquecimiento cognitivo. No eres condicionado genéticamente como entidad, vives el tiempo que tú elijas y consideres suficiente, tienes la libertad de vivir eternamente.

Tienes plena conciencia de tu origen de tus ingresos a otros universos, puedes elegir el cuerpo sutil que más te guste y tú mismo cambiarlo a través de tu evolución. Puedes hablar con cuantas civilizaciones quieras permitirte para enriquecer tus conocimientos como también puedes elegir vivir por tiempo indeterminado dentro de una misma dimensión.

No tienes que rendirle culto y rituales a ningún dios o dioses para demostrar tu fe y devoción, porque existe un solo Creador al cual ves y disfrutas eternamente. Es este tu libre albedrío.

Si dentro de ti, sientes una fuerza que te insta a pensar detenidamente en saber ¿quién eres realmente?

Debes escucharla, debes acercarte, conocerla y entenderla. Porque eres tú que está buscando su propia libertad evolutiva para dejar de vivir definitivamente como un alma sin autonomía propia sentenciada a esperar y luchar su propia libertad que significa recuperar su auténtica autonomía cósmica.

Tú como alma, estás haciendo todo lo posible para llegar a ti mismo dentro de esta realidad a través de tu personalidad física y cognitiva. Tú como alma en estado de espera intentas hablarte durante tu evolución como persona para que aprendas a establecer el equilibrio en tus lados positivo y negativo que genéticamente sellan tu verdadera libertad y derecho a recuperar de una vez tu libre albedrío.

Para ello es importante que sepas, que no necesitas vivir millones de vidas para recuperar tu libre albedrío, es suficiente que entiendas que esta vida es tu camino directo hacia tu propia libertad. Se requiere que limpies tu mente del bagaje cultural que ancestralmente traes impreso obligadamente, desde allí ya vienes condicionado con tu libertad.

Esta vida para todos nosotros es muy valiosa e importante, es la que realmente se está computando. No evaluando. Dentro de este Cosmos de Luz no existe el karma. Por lo tanto tus anteriores vidas son utilizadas para retenerte aquí por medio de la hipnosis cognitiva. Tu actual mente no es tu verdadera mente. Vives con un sello virtual que te muestra lo que debes aprender y ser.

El llegar a nosotros mismos, es aprender a diferenciar nuestras sensaciones físicas y perceptivas, saber si lo que sentimos es lo impuesto o es lo nuestro liberado de los pensamientos secundarios. Se debe aprender a actuar y a reaccionar libres de lo que aprendimos a ver a copiar desde muy pequeños.

Debemos aprender a ¡conocer como son nuestros pensamientos genuinos! Libres de la contaminación emocional que arrastra la carga psíquica de nuestro entorno.

El llegar a nosotros mismos es un trabajo continuo donde el tiempo y la meta a alcanzar deben ser dejadas a un costado, porque estaríamos trabajando desde nuestra mente y ella sacara todos los chips emocionales y racionales puestos como función de trabajo y esfuerzo.

El llegar a nosotros mismos requiere estar dispuestos a reeducarnos y específicamente no enojarnos con nuestro entorno familiar o social pues ellos hasta un cierto punto son los responsables. Debemos saber que estas personas viven tan prisioneras como nosotros porque fueron y seguirán siendo utilizadas a través de sus mentes por donde se estimula y activa su dualidad.

Parte de nuestra cura y recuperación es agradecer la oportunidad de permitirnos ver por nosotros mismos sin interferencias. Reconocer nuestra dualidad para extirpar de ella estructuras básicas de nuestro carácter que nos hacen reaccionar desde el criterio cultural e ideológico creyendo que es el propio.

El preguntarnos ¿quién quiero ser realmente? es un muy buen empezar por que desde esta premisa estoy aprendiendo a verme y a saber si cada paso que doy lo estoy haciendo desde mi mismo o de lo que me enseñaron. Podré descubrir si todo lo que digo y doy lo hago porque quiero o porque me siento obligado a hacerlo para demostrar que soy bueno y educado.

El preguntarme ¿quiero actuar desde la obligación y el compromiso? También nos permite elegir con sinceridad con honestidad estamos sintiendo por primera vez el camino hacia la libertad.

Vivir desde el libre albedrío, es ser honesto contigo mismo no haciendo aquello que no te gusta o no quieres ser. Es ser claro y respetuoso en tu posición en tus sentimientos sabiendo prever las reacciones que pueden provocar tus palabras en el ego herido de los demás. Vivir desde el libre albedrío es dejar tus apegos, tus miedos, tus prejuicios para sentirte libre dentro de tu mente. Es la base de nuestra autentica y única libertad dentro de esta condición evolutiva.

Vivir desde el libre albedrío, es comprender ¿por qué no avanzamos como civilización? es saber que la verdad está implícita en cada una de nuestras aperturas de conciencia y en la información que ingresamos a través de ella que nos permitirá encaminarnos pacíficamente y neutralmente hacia la libertad absoluta.

El ser fiel a nosotros mismos. Significa reconocer cuando estamos actuando desde la dualidad y con libertad decir: Esta vez yo mismo decido por mí, siendo consciente de que parte de mi lo estoy haciendo y ejecutando. No podemos engañarnos tampoco decirnos que no nos damos cuenta de lo que hacemos cuando somos testigos de la activación de nuestro ego, cuando nos sentimos desde el que estamos siendo confrontados para defendernos.

El camino hacia la libertad se construye aprendiendo a ver sin el ego, aprendiendo a hablar sin el ego. Este camino tiene tres sendas llamadas: tú darte cuenta, ver cuando obras desde tu ego y saber reconocer en ti tu dualidad.

Un fuerte abrazo
Marielalero

Fuente y Página Web de Marielalero: www.marielalero.com

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