La nueva publicación del periodista Óscar Contardo aborda la crisis de la institución en Chile, y cómo el adoctrinamiento de los sacerdotes ha permitido formar y preservar una cultura de abuso de poder sobre los fieles y una relación de constante encubrimiento entre los miembros del organismo.
Andrea Bustos C.
“Rebaño” es el título del nuevo libro del periodista Óscar Contardo, quien, luego de una investigación de cuatro años, retrató la historia de la crisis que vive la Iglesia Católica, la cultura de silencio y encubrimiento que por años permitió que muchos casos no se hicieran públicos, y también las relaciones de poder que ejercen los miembros del clero sobre sus comunidades y feligreses.
En entrevista con el programa Semáforo de nuestra emisora, Contardo explicó que su trabajo periodístico le permitió darse cuenta que las decenas de abusos dentro de la Iglesia que se han conocido en los últimos años no son hechos distanciados unos de otros, ya que todos se relacionan con una forma de ejercer poder al interior de la institución.
El libro tiene como punto de partida el caso del sacerdote salesiano Rimsky Rojas, quien se suicidó en febrero de 2011 y que estaba vinculado a varios casos de abuso y a la desaparición del joven Ricardo Harex. Esta situación es tomada como detonante para retratar no solo los casos de abuso que ya se han conocido, sino que también el encubrimiento y la formación de los sacerdotes.
“Hay una cultura y una forma de relacionarse con los feligreses en que el poder y el abuso de poder es una constante, no es una excepción. Es una constante que se da en determinadas formas, más o menos dañinas, más o menos abusivas, pero que existe como patrón, como telón de fondo, y que es muy difícil reconocerlo cuando tú lo ves desde la lógica de la institución”, explicó.
Rebaño también aborda el rol de los sacerdotes denunciados, quienes en muchos casos fueron defensores de las víctimas de derechos humanos durante la dictadura. El autor señaló que a partir del caso de Fernando Karadima, el que prácticamente fue un hito, socialmente se tenía la idea de que los abusos estaban vinculados al área de la derecha más conservadora dentro de la iglesia.
Esta situación se debía a la importancia que tuvo la institución católica durante la dictadura militar, por lo que para mucha gente era difícil imaginar que aquellos sacerdotes que intentaban defender al país pudieran ser parte del círculo de los abusos. Sin embargo, en su investigación, el periodista pudo comprobar que quienes estuvieron vinculados a la Vicaría de la Solidaridad fueron parte de la cultura del abuso.
“Lo que yo dejo establecido en el libro es que el círculo de sacerdotes que rodeaba al cardenal Silva Henríquez, todos, al paso de los años, terminaron siendo salpicados por denuncias de abusos, como abusadores o como encubridores. Si miramos el paisaje general no resulta nada extraño, pero lo que pasa es que culturalmente, para una parte de la sociedad chilena, eso resulta muy duro”.
Para esta nueva publicación, que se suma a los textos “Siútico” sobre el arribismo y las clases sociales en nuestro país, y a “Raro”, que abordaba la historia gay en Chile, el periodista Óscar Contardo estudió cómo se educan los sacerdotes, cómo se adoctrinan y cuál es su manera de entender el mundo, formación que luego se ve reflejada en su relación con los feligreses.
En el proceso pudo constatar que la educación se vincula a que se entienda que el sacerdote es un ser superior que debe guiar a sus fieles, quienes están esperando poder ser protegidos por el clero. Además, comentó que son dotados de un supuesto poder para ejercer en su vida sacerdotal, que es la de poder participar en las decisiones y en la consciencia de otras personas.
En esa línea, dijo que el poder del que se siente dueño el sacerdote ha permitido que incurran en manipulaciones psicológicas sobre las comunidades católicas, lo que ha facilitado el abuso y también el encubrimiento de parte de los mismos feligreses.
“El poder que tiene la Iglesia con sus fieles, la relación que establece un sacerdote con un católico no es una relación que establece un profesor equis con un alumno, hay vínculos familiares, hay vínculos emocionales. Ese sacerdote tiene el derecho y el poder de pasearse por la conciencia de esa otra persona desde el momento en que se establecen relaciones como las confesiones o la dirección espiritual”, expresó.
Por otra parte, el autor señaló que la dificultad de las víctimas para denunciar también ha sido clave en que muchos casos no se conozcan, porque si bien se marcó un precedente con la cobertura que se dio hace un par de años a las víctimas de Fernando Karadima y su testimonio, es difícil pensar que otras personas abusadas, que pertenezcan a otras clases sociales, puedan tomar esa misma decisión, ya que se tienen a pensar que si a personas que tenían contactos y un círculo social más acomodado les costó ser escuchados, a quienes no tienen esa influencia les será aún más difícil.
Respecto de las últimas decisiones adoptadas por el Papa Francisco frente a las situaciones de abuso, como la expulsión de Fernando Karadima, Cristian Precht o del obispo Francisco José Cox, Contardo dijo que son solo medidas reaccionarias que no garantizan cambios reales al comportamiento interior de la Iglesia Católica.
Fuente: https://radio.uchile.cl/2018/10/16/rebano-el-libro-que-aborda-el-abuso-de-poder-en-la-iglesia-catolica/
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Experto advierte "encubrimiento sistémico" en la Iglesia tras abusos a niños por clero francés
Fuente:
Pederastia en la Iglesia católica francesa: más de 200.000 víctimas desde 1950
Obispos y sacerdotes de la iglesia Católica francesa han abusado sexualmente de al menos 216.000 menores de edad en los últimos 70 años, según halló una investigación publicada este martes 5 de octubre. Sin embargo, el número de víctimas aumenta a más de 330.000 si se tiene en cuenta a los afectados por parte de miembros laicos. El comité investigador acusó a la institución religiosa de ignorar la situación durante demasiado tiempo y conminó a ejecutar reformas dentro del clero.
El abuso sexual contra los niños por parte del clero de la Iglesia católica en Francia ha sido “sistemático”. Son las últimas revelaciones que sacuden a la institución religiosa tras una serie de escándalos en todo el mundo que ha vulnerado a miles de menores de edad durante décadas.
La indagación de una comisión establecida por obispos católicos en Francia a fines de 2018, pero que trabajó independientemente de la Iglesia, publicó este martes 5 de octubre un informe en el que revela que alrededor de 216.000 niños fueron abusados sexualmente por obispos y sacerdotes en el país desde 1950 hasta el 2000.
Pero el número podría aumentar a 330.000 si se incluyen las agresiones por parte de miembros laicos de la Iglesia.
Alrededor del 80% de las víctimas eran varones, niños de entre 10 y 13 años. “El abuso fue sistemático”, aseguró Jean-March Sauvé, jefe de la comisión, durante la presentación del reporte.
"La Iglesia Católica es, después del círculo de familiares y amigos, el entorno que tiene la mayor prevalencia de violencia sexual", asevera el documento de conclusiones con más de 2.500 páginas.
Según la investigación, durante décadas la institución religiosa no solo ocultó, sino que permitió que los abominables crímenes continuaran ocurriendo. En algunos casos, incluso, mantuvo a las víctimas en contacto con sus depredadores, pese a tener conocimiento de lo que ocurría. Todo por proteger a la Iglesia de un escándalo, recrimina la comisión de investigadores.
Los hallazgos fueron hechos a partir de encuestas, grupos de investigación y entrevistas con las víctimas. La propia delegación identificó a alrededor de 2.700 personas que fueron abusadas a través de una convocatoria de testimonios, y miles de casos más fueron encontrados en archivos.
El informe determinó que los delitos fueron perpetrados por alrededor de 3.000 agresores, dos tercios de ellos eran sacerdotes que trabajaron en la iglesia durante los últimos 70 años, el periodo que fue investigado.
"Una vergüenza para la humanidad"
Francois Devaux, una de las víctimas de las agresiones por parte de miembros de la Iglesia católica francesa y fundador de la asociación de víctimas La Parole Libérée, dijo a los representantes de la institución religiosa, durante la presentación del informe: "Ustedes son una vergüenza para nuestra humanidad (…) En este infierno ha habido abominables crímenes en masa, pero ha habido cosas aún peor, traición a la confianza, traición a la moral, traición a los niños".
La desviada institución debe reformarse
Pese al gran número de víctimas revelado, Devaux aseguró que es “mínimo”, pues apuntó que “algunas víctimas no se atreven a hablar ni a confiar en la comisión”.
No obstante, señaló que este reporte por primera vez va hasta la raíz de esta problemática. “La desviada institución debe reformarse”, agregó.
Aunque desde 2015, la Iglesia católica ha impulsado investigaciones en un intento por resarcir sus fallas, la tragedia no ha terminado. Suavé indicó que el problema sigue, pues hasta la década del 2000 la institución religiosa ha mostrado una completa indiferencia que solo empezó a matizar desde hace aproximadamente seis años.
La iglesia pide perdón y urge a reformas
Tras las nuevas revelaciones, el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Eric de Moulins – Beaufort, pidió perdón a quienes han sufrido durante décadas las consecuencias de los abusos a los que fueron sometidos.
“Deseo en este día pedir perdón, perdón a cada uno de ustedes”, dijo el religioso.
Entretanto, la comisión instó al clero a tomar acciones firmes al tiempo que denunció graves faltas y “silencio”. Además, exigió al Estado francés que ayude a compensar a los afectados, especialmente en los casos que han prescrito.
Aunque muchos siguen sufriendo graves daños psicológicos, serían pocos los que obtendrían algún tipo de Justicia. Según Suavé, 22 delitos aún pueden enjuiciarse, por lo que han sido remitidos a la Fiscalía.
También ejemplificó que más otros casos se produjeron hace mucho tiempo y no podrían ser presentados en tribunales. Sin embargo, están involucrados agresores que están vivos, por lo que las acusaciones fueron remitidas a las autoridades eclesiásticas.
Con la mirada puesta en una posible forma de reducir los abominables delitos, el grupo de investigadores presentó 45 recomendaciones. Entre ellas, capacitación para sacerdotes y otros miembros de la Iglesia, revisión de la Ley Canónica -el código legal empleado por el Vaticano para dirigir la iglesia– y el fomento de políticas que ayuden a reconocer y compensar a las víctimas.
Los hallazgos fueron revelados después del escándalo que involucró al destituido sacerdote Bernard Preynat, quien reconoció que abusó sexualmente de 75 niños durante varias décadas. Solo fue condenado a cinco años de cárcel.
Esta investigación también prosigue a una serie de pesquisas en otros países que pusieron al descubierto abusos cometidos al interior de la iglesia católica por lo menos en los últimos 20 años.
Con Reuters, AP y EFE
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