por Tyler Durden
17 de abril de 2024
del sitio web ZeroHedge
Algunos elementos para reflexionar de
' 1984 ' de George Orwell ...
¿Realmente algo cambia alguna vez?
El objetivo principal de la guerra moderna es agotar los productos de la máquina sin elevar el nivel de vida general.
Desde finales del siglo XIX, el problema de qué hacer con el excedente de bienes de consumo ha estado latente en la sociedad industrial.
Desde el momento en que apareció la máquina, quedó claro para todos los pensadores que la necesidad del trabajo humano y, por tanto, en gran medida, de la desigualdad humana, había desaparecido.
Si la máquina se utilizara deliberadamente con ese fin, el hambre, el exceso de trabajo, la suciedad, el analfabetismo y las enfermedades podrían eliminarse en unas pocas generaciones.
Y, de hecho, sin haber sido utilizada para tal fin, sino mediante una especie de proceso automático -produciendo riqueza que a veces era imposible no distribuir-, la máquina elevó considerablemente el nivel de vida del ser humano promedio durante un período de tiempo. unos cincuenta años a finales del siglo XIX y principios del XX.
Pero también estaba claro que un aumento generalizado de la riqueza amenazaba con la destrucción (de hecho, en cierto sentido era la destrucción) de una sociedad jerárquica.
En un mundo en el que todos trabajaban pocas horas, tenían suficiente para comer, vivían en una casa con baño y refrigerador y poseían un automóvil o incluso un avión, la forma más obvia y quizás la más importante de desigualdad ya estaría presente. ha desaparecido.
Si alguna vez se volviera general, la riqueza no conferiría distinción alguna.
Sin duda, era posible imaginar una sociedad en la que la riqueza, en el sentido de posesiones y lujos personales, debería distribuirse equitativamente, mientras el poder permaneciera en manos de una pequeña casta privilegiada.
Pero en la práctica una sociedad así no podría permanecer estable por mucho tiempo.
Porque si todos disfrutaran por igual del ocio y la seguridad, la gran masa de seres humanos que normalmente están estupefactos por la pobreza se alfabetizarían y aprenderían a pensar por sí mismos.
Y una vez que hubieran hecho esto, tarde o temprano se darían cuenta de que la minoría privilegiada no tenía ninguna función y la eliminarían.
A largo plazo, una sociedad jerárquica sólo era posible sobre la base de la pobreza y la ignorancia.
Volver al pasado agrícola, como soñaban algunos pensadores de principios del siglo XX, no era una solución viable.
Estaba en conflicto con la tendencia hacia la mecanización que se había vuelto casi instintiva en casi todo el mundo y, además, cualquier país que permaneciera industrialmente atrasado estaba indefenso en un sentido militar y estaba destinado a ser dominado, directa o indirectamente, por sus rivales más avanzados. .
Tampoco fue una solución satisfactoria mantener a las masas en la pobreza restringiendo la producción de bienes. Esto ocurrió en gran medida durante la fase final del capitalismo, aproximadamente entre 1920 y 1940.
Se permitió que la economía de muchos países se estancara, la tierra dejó de cultivarse, no se añadieron bienes de capital y se impidió a grandes sectores de la población trabajando y manteniéndose medio vivo gracias a la caridad del Estado.
Pero esto también implicaba debilidad militar, y como las privaciones que infligía eran obviamente innecesarias, hacía inevitable la oposición.
El problema era cómo mantener en marcha las ruedas de la industria sin aumentar la riqueza real del mundo. Los bienes deben producirse, pero no deben distribuirse. Y en la práctica, la única manera de lograrlo era mediante la guerra continua.
El acto esencial de la guerra es la destrucción, no necesariamente de vidas humanas, sino de los productos del trabajo humano.
La guerra es una manera de hacer añicos, o verter en la estratosfera, o hundirse en las profundidades del mar, materiales que de otro modo podrían usarse para hacer que las masas se sientan demasiado cómodas y, por tanto, a la larga, demasiado inteligentes.
Incluso cuando las armas de guerra no se destruyen realmente, su fabricación sigue siendo una forma conveniente de gastar fuerza de trabajo sin producir nada que pueda consumirse.
Una Fortaleza Flotante , por ejemplo, ha encerrado en ella la mano de obra necesaria para construir varios cientos de buques de carga.
Al final, se descarta por considerarlo obsoleto, sin haber aportado nunca ningún beneficio material a nadie, y con enormes esfuerzos adicionales se construye otra Fortaleza Flotante
. En principio,el esfuerzo bélico siempre está planificado de manera que consuma cualquier excedente que pueda existir después de satisfacer las necesidades básicas de la población.
En la práctica,
las necesidades de la población siempre se subestiman, con el resultado de que hay una escasez crónica de la mitad de las necesidades de vida; pero esto se considera una ventaja.
Es una política deliberada mantener incluso a los grupos favorecidos cerca del borde de las dificultades, porque un estado general de escasez aumenta la importancia de los pequeños privilegios y, por tanto, magnifica la distinción entre un grupo y otro.
Según los estándares de principios del siglo XX, incluso un miembro del Partido Interior lleva una vida austera y laboriosa.
Sin embargo, los pocos lujos de los que disfruta son su piso grande y bien equipado, la mejor textura de su ropa, la mejor calidad de su comida, bebida y tabaco, sus dos o tres sirvientes, su automóvil o helicóptero privado... él en un mundo diferente al de un miembro del Partido Exterior, y los miembros del Partido Exterior tienen una ventaja similar en comparación con las masas sumergidas a quienes llamamos "los proles".
El ambiente social es el de una ciudad sitiada, donde la posesión de un trozo de carne de caballo marca la diferencia entre riqueza y pobreza.
Y al mismo tiempo, la conciencia de estar en guerra y, por tanto, en peligro, hace que la entrega de todo el poder a una pequeña casta parezca la condición natural e inevitable de supervivencia...
...
...la guerra es librada por cada grupo gobernante contra sus propios súbditos, y el objetivo de la guerra no es realizar o impedir conquistas de territorio, sino mantener intacta la estructura de la sociedad.
Por lo tanto, la misma palabra "guerra" se ha vuelto engañosa. Probablemente sería exacto decir que, al volverse continua, la guerra ha dejado de existir.
...
La guerra es paz...
En breve,
¡El propósito de la guerra es mantener a la clase dominante en el poder , mientras las clases bajas permanecen impotentes ... !
Fuente: https://bibliotecapleyades.net/sociopolitica3/bigbrother277.htm
Esto está ocurriendo en un período de la historia humana en el que es imprescindible estudiar cada palabra y matiz de una ley, porque lo que vemos no es más que una introducción encubierta de un Estado Orwelliano Fascista en todos los países. En realidad, si te molestas en seguir la pista de semejantes asuntos, verás que la mayor parte del tiempo ni siquiera se hace de manera encubierta.
Las agencias del orden público son prácticamente una ley en si mismas, y cualquier situación en la que quienes van de uniforme y tienen la autoridad no están sujetos a las mismas leyes que el resto de la población, se trata de una situación fascista.
El Estado Orwelliano se está implantando a una velocidad extraordinaria y de un modo sumamente coordinado en todo el mundo, al mismo tiempo que muchas personas niegan con vehemencia que exista una conspiración o una fuerza común tras ello.
El "control físico" que la élite mantiene sobre la población a través del ESTADO POLICIAL, tal vez sea la muestra más clara del FASCISMO que David Icke ha estado mencionando hace ya varios años.
Desde hace algunas décadas, el sistema comenzó a reclutar un nuevo tipo de "oficial de la ley". Comenzaron a reclutarlos en base a un perfil psicológico muy específico, para esto es necesario aplicarles un "examen psicométrico" muy estricto. Y el perfil psicológico que buscan es una mezcla de narcisista/psicópata/sociópata.
Este tipo de personalidad es el que anima los uniformes de los "oficiales de la ley" en estos días, y han sido reclutados para imponer la voluntad del gobierno y de la élite y para crear miedo y odio hacia el sistema, lo que crea numerosos movimientos violentos contra este, justificando así AÚN MÁS OPRESIÓN.
Lo que parece que pasan de alto es que sus hijos y nietos van a tener que vivir en el mundo Orwelliano que están contribuyendo a imponer.
Para mantener el sistema establecido y ocultar el mundo real a la sociedad, a las clases dominantes no sólo les interesa que la población viva en la ignorancia, sino también que vivan en un permanente estado de inseguridad y temor. Por ello, junto a la manipulación de la información, la difusión del miedo es otra de las formas de control social que tiene el sistema.
El término Orwelliano se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la magistral, influyente y profética obra llamada 1984.
El Mundo Orwelliano descrito en la novela 1984 de George Orwell (pseudónimo de Eric Arthur Blair), nos muestra un Super Estado que ha logrado controlar al individuo a través de lo que llamaban "El gran hermano", una estructura de poder que vigila y controla milimétricamente cada paso de los ciudadanos de "Oceanía", el estado nación mundial.
¿Vale la pena sacrificar nuestra libertad en pro de una falsa seguridad? ¿Hasta donde llegarán? o ¿Hasta donde los dejaremos llegar? ¿Tan difícil es esta elección?
“Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza”.
(Video extraído y recortado del canal El León No Duerme Más).
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