jueves, 20 de octubre de 2011

El origen de nuestras enfermedades: Autocuración por desestructuración de la rutina.

Autocuración por desestructuración de la rutina
Es muy importante aprender a “escuchar” a la enfermedad y al cuerpo.

Si la enfermedad es en el sistema digestivo, sabemos que en la lista debemos incluir un cambio de dieta, y también sabemos que debemos cambiar la percepción que tenemos sobre una situación que no estamos aceptando demasiado bien, algo “que no podemos tragar”. Si se nos manifiesta una enfermedad en la piel, podemos estudiar si el sol será beneficioso para ella o no, pero también trataremos de poner en la lista si estamos teniendo alguna conducta que nos provoque un problema social.


Hoy sabemos que las enfermedades son desequilibrios energéticos, originadas en shocks emocionales que desestabilizan el funcionamiento de nuestro cuerpo.

Estudiamos entonces distintas terapias basadas en volver a equilibrar las energías, básicamente lo que hacemos con las medicinas del nuevo paradigma es equilibrar el flujo y las relaciones electromagnéticas de las partículas que conforman nuestro organismo.

Pero el cuerpo no se termina en nosotros, ya que éste funciona con el medio ambiente en homeóstasis. No podemos encarar una enfermedad sin tener en cuenta el medioambiente.

Existe otro factor muy importante que tiene que ver con el funcionamiento de los sistemas orgánicos y que raramente es tenido en cuenta por los investigadores de la salud: las rutinas.

Una de las formas más prácticas, rápidas y eficientes que he encontrado para la autocuración es la desestructuración, la reconfiguración del sistema que utiliza la enfermedad para desarrollarse.

Una enfermedad necesita una estructura como caldo de cultivo para terminar manifestándose con sus síntomas. Por ejemplo, un virus encontrará una estructura idónea en un sistema inmunológico debilitado. Una bacteria patógena encontrará una estructura maravillosa para reproducirse en un medio húmedo o de determinada temperatura.

Cuando nos encontramos enfermos, la enfermedad tuvo que seguir un proceso para desarrollarse, pero también tuvo que sentar sus bases en una estructura adecuada que le ofrecimos con nuestras costumbres que nos llevaron al estado actual del sistema.

La ira contenida durante mucho tiempo es también una estructura idónea para que las células cancerígenas comiencen a desarrollarse.

Por ello, la desestructuración del medio es uno de los recursos más eficientes para acabar con la enfermedad.

Si una persona deja de exponerse a la luz solar, se encierra, se pasa largas horas recibiendo la radiación del monitor del ordenador y no hace ejercicio físico, es muy probable que esté creando una estructura idónea para que se desarrolle una depresión.

Para liberarse de la depresión, puede cambiar su rutina, haciendo exactamente lo contrario. Tomar sol, salir a caminar y hacer ejercicio y dejar de conectarse a Internet por un tiempo.

Toda enfermedad necesita de una rutina previa como estructura para desarrollarse. Un sistema que se encuentre en determinadas condiciones.

Y de cambiar radicalmente esas condiciones, la enfermedad ya no encuentra las bases para continuar su desarrollo.

Por ello, es de gran ayuda, y puede llevarte a la cura completa, desestructurar el sistema que previamente le habías ofrecido a la enfermedad.

Cuando se manifiestan los síntomas de un desequilibrio en mi cuerpo, comienzo un proceso de autocuración con un lápiz y una hoja de papel.

Dos columnas: en una, las rutinas que vine haciendo en los últimos meses, en la otra, cómo las voy a cambiar.

Un ejemplo:

“Me venía levantando a las ocho de la mañana” y “ahora me levantaré a las siete”.

“Venía desayunando café con tostadas”, “Ahora desayunaré leche con cereales”.

“Últimamente estuve algo angustiada por no poder llegar a fin de mes.” “Ahora prescindiré de aquellos gastos que son realmente innecesarios”.

Estos pequeños cambios en la rutina diaria, significan una gran desestructuración para la enfermedad que se está desarrollando. Estamos cambiando los circuitos de circulación de la información, estamos programando el cuerpo de una manera diferente, llevándolo a otro estado, un estado que ya no será igual que el que le habíamos ofrecido antes.

Esta técnica de auto-curación, es infinitamente flexible y puede incluso perfeccionarse y orientarse a cada enfermedad en particular si conocemos las rutinas que favorecen a una u otra dolencia.

La idea me surgió de una conversación que tuve una vez con una chamán al que le dije “quiero cambiar mi vida” y él me contestó:

- ”Eso es muy fácil, lo puedes hacer de un día para el otro.”

Sorprendida, le pedí más explicaciones.

- “Haz una lista de lo que sueles hacer desde que te levantas hasta que te acuestas, y ahora modifica esa lista de un día para el otro. Si te levantabas a las ocho, comienza a levantarte a las siete. Si desayunabas café, ahora desayuna té. Si ibas a trabajar en autobús, ahora ve al trabajo en bicicleta. Si te vestías con pantalones, comienza a usar falda. Si ibas a visitar todos los días a tu abuela, ahora ve a visitar a tu abuelo. En una semana toda tu vida habrá cambiado completamente.”.

Lo que parecía algo sin sentido, en realidad era totalmente lógico. La primera vez que lo practiqué fue en medio de una separación trágica con una persona a la que quería mucho. Me sentía tan desesperada y enferma que decidí hacer la famosa listita y cambié de un día para el otro todas mis rutinas.

La recuperación fue increíblemente rápida, pero además, se manifestaron en mi vida nuevas posibilidades y recursos que antes ni había sospechado que tenía.

No me costó tanto hacer el cambio, sólo tenía que consultar la lista.

La segunda vez que lo hice fue frente a una bronquitis que casi acaba con mi sistema respiratorio. Cambié la hora de levantarme por la mañana, cambié la marca de pasta dental, tiré a la basura mi perfume preferido y me compré otro, cambié totalmente mis comidas, no sólo las horas a las que comía sino también los alimentos que consumía.

Dejé de ver mi serie favorita en la TV, y me puse a ver documentales. Cambié la orientación de mi cama, antes dormía con los pies hacia el norte, ahora dormiría con los pies hacia el sur. En mi habitación había dos plantas, las cambié por otras especies.

Los resultados fueron asombrosos. En dos semanas la tos se había ido completamente y otra vez estaba sana.

Si a éste cambio radical de rutina le agregas acciones “personalizadas” a cada tipo de enfermedad, conociendo sus orígenes y su dinámica, es un gol.

Hoy tenemos acceso a mucha literatura que nos explica el origen emocional de cada enfermedad, para poder detectar cómo se ha producido y en que se basará para seguir su curso.

Por ejemplo, si la enfermedad es en el sistema digestivo, sabemos que en la lista debemos incluir un cambio de dieta, y también sabemos que debemos cambiar la percepción que tenemos sobre una situación que no estamos aceptando demasiado bien, algo “que no podemos tragar”.

Si se nos manifiesta una enfermedad en la piel, podemos estudiar si el sol será beneficioso para ella o no, pero también trataremos de poner en la lista si estamos teniendo alguna conducta que nos provoque un problema social, ya que los conflictos emocionales relacionados al contacto social suelen manifestarse en la piel.

Hay un libro de Christian Fleche muy interesante que puede ayudarnos como guía para detectar el origen emocional de las enfermedades, un libro que nos da una nueva perspectiva sobre el cuerpo como herramienta de curación, y que nos explica claramente cómo se manifiestan las diferentes enfermedades según el shock emocional que haya provocado su aparición.

También es muy importante que hagas una lista y ¡registres lo que haces cuando estás bien! Continúa con esa rutina, cuando estás bien.

Todo el medioambiente en el que vives tus rutinas cotidianas puede estar sirviendo de caldo de cultivo para una enfermedad, por ello hasta cambiar la decoración de tu casa puede servirte para desestructurarla.

Cuando te pongas a hacer la lista, verás que hay algunos ítems dentro de tus rutinas que parecen difíciles de cambiar. Por ejemplo uno de los ítems era mi horario de trabajo, eso no lo podía cambiar, pues el reloj de la entrada al laboratorio estaría esperando mi tarjeta a determinada hora.

Bueno, pues apliqué otro tipo de cambio a ese ítem: ahora en vez de salir de casa a las ocho treinta para ir al trabajo, saldría media hora antes y en ese tiempo caminaría por el jardín botánico todas las mañanas.

Los resultados de esta técnica son asombrosos y la aplico a cualquier situación de desequilibrio. Las rutinas son las estructuras que sostienen el desarrollo de las enfermedades, aprendamos a “desorientarlas”.

También es muy importante aprender a “escuchar” a la enfermedad y al cuerpo.

Una gripe por ejemplo, nos impulsará a acostarnos, nos dejará sin energía. Y esa relajación es necesaria para la curación.

Generalmente ante una gripe seguiremos el ritmo desenfrenado de actividad, “tapándola” con un frenadol, y con ello sólo lograremos que se haga recurrente.

Lo más importante de “escuchar” a la enfermedad es detectar el mensaje que nos está transmitiendo. Las enfermedades son maestras, son guías y señales de acciones que estamos realizando en contra del camino más adecuado a seguir.

Cada enfermedad manifiesta una percepción errada de una situación. La enfermedad nos dice que en algo tenemos que cambiar nuestra actitud.

Si es un virus, nuestra atención debe estar en el factor que debilitó nuestro sistema inmunológico, generalmente una situación que nos produce miedo o angustia.

Si es una depresión, es muy probable que no le estemos dejando al cuerpo realizar su proceso vital de fotosíntesis, debemos exponernos mucho más a la luz solar y debemos beber más agua.

Si es una enfermedad de la piel, tenemos un conflicto de relación, con la pareja, un compañero de trabajo o la familia.

En fin, te recomiendo algunos libros que pueden orientarte para “personalizar” esa lista que hagas cuando te veas en los síntomas de un desequilibrio:

Christian Fleche: “El origen Emocional de las enfermedades”, una guía práctica para identificar la causa psicológica de la enfermedad.

Enric Corbera y Rafael Marañón: “Biodescodificación”

Tomado de la web: MÉTODO PEMPÉNIDES, El Libro de La Vida

Fuente: www.portaldorado.com

sábado, 15 de octubre de 2011

MARCHA MUNDIAL EN ACCIÓN.



Noticias de los diarios:

http://america.infobae.com/notas/35785-Europa-se-suma-a-la-marcha-de-los-indignados

http://america.infobae.com/notas/35781-La-protesta-mundial-arranco-en-Asia-y-Oceania

http://www.emol.com/noticias/nacional/2011/10/15/508103/jornada-de-protestas-se-espera-para-hoy-en-las-calles-de-santiago.html

http://politica.elpais.com/politica/2011/10/15/actualidad/1318635869_809570.html

http://politica.elpais.com/politica/2011/10/15/actualidad/1318683837_874343.html

http://www.larepublica.pe/15-10-2011/indignados-del-mundo-unios

http://blogs.elpais.com/vientos-de-brasil/2011/10/los-indignados-brasile%C3%B1os-son-diferentes.html

sábado, 8 de octubre de 2011

VER LA REALIDAD VERDADERA.


Ver la realidad verdadera
“Los ojos no pueden comprender todo“

Si estamos en un camino espiritual, vamos a luchar. No es fácil. Es difícil abandonar nuestros miedos, es difícil dejar de ser celoso, es difícil trabajar constantemente en nosotros mismos.
Y la parte más difícil es ver, ver la realidad verdadera. ¿Cuán a menudo vemos en retrospectiva una amistad o una relación, y pensamos “¿Qué vi en esa persona?”? La verdad es que nosotros no vemos.

Ver la realidad verdadera

1 de octubre de 2011

Si estamos en un camino espiritual, vamos a luchar. No es fácil. Es difícil abandonar nuestros miedos, es difícil dejar de ser celoso, es difícil trabajar constantemente en nosotros mismos.
Y la parte más difícil es ver, ver la realidad verdadera. ¿Cuán a menudo vemos en retrospectiva una amistad o una relación, y pensamos “¿Qué vi en esa persona?”?
La verdad es que nosotros no vemos. Como dice en el Zóhar, el texto fundamental de la Kabbalah, “los ojos no pueden comprender todo“. Esto es porque estamos atrapados en el momento, atrapados en la ilusión de los cinco sentidos. Entonces, ¿cuál es la respuesta? ¿Cómo salimos de esta trampa? Removiendo las capas de nuestro ego.
Mi padre y maestro, el Kabbalista Rav Berg, dice que nuestra alma es como una lámpara que cubrimos con mantas. La naturaleza de nuestro ego oculta la Luz dentro de nosotros. Yo, yo, yo, yo, yo. “No puedo creer que me haya dicho eso”, “¿Qué pensarán de mí?”, “Mírenme, soy genial”, “Mírenme, soy patético”.
Estar obsesionados con nosotros mismos evita que veamos lo que está sucediendo realmente.
Sólo cuando eliminamos a nuestro ego, parte por parte, somos capaces de ver la verdad en situaciones y en personas. El secreto es ver a los demás primero y a nosotros en segundo lugar. Sólo entonces, podemos tener el mérito de superar las limitaciones de nuestros cinco sentidos y encender nuestro sexto sentido.
¿Qué es el sexto sentido exactamente? Es la capacidad de ver algo que nunca antes hayamos visto, obtener la respuesta, de forma repentina, a preguntas que nos hemos estado formulando constantemente.
Después todo, ¿qué es la Kabbalah? Es aprender a recibir. Y no recibimos mediante el intelecto, sino mediante la conexión con la Luz. Esta semana, las fuerzas del universo están impulsándonos a ver nuestro propósito, a percibir lo que se nos escapa normalmente. Nos están dando una oportunidad de ver aquello ante lo cual estamos cegados generalmente, con tan sólo abandonar a nuestro ego.
Las siguientes herramientas pueden ayudarnos a conectar con esta influencia positiva:
Compartir transformador
Salir de nuestra zona de confort
Eliminar las intenciones ocultas
Y, como siempre, escanear el Zóhar y los 72 Nombres de Dios son nuestros aliados en la batalla por experimentar la dicha que nuestro Creador tenía destinada para nosotros.
Inténtalo, te gustará lo que verás.
Todo lo mejor,
Yehuda
Secuencia de los 72 Nombres conectada a esta semana

Con este Nombre como mi brújula, el camino hacia mi hogar espiritual es iluminado. Recupero mi orientación. Con cada paso que doy y con cada momento que pasa, siento comodidad, confianza y un sentido más fuerte de dirección.

Fuente: www.portaldorado.com

SER AUTÉNTICO.


Ser auténtico
No tener miedo a que “me vean como soy”

El deseo de superación siempre será bien visto, pero con relativa frecuencia perdemos tiempo en querer ser precisamente lo que no somos: porque en ocasiones gastamos más de lo que tenemos para dar la apariencia de una mejor posición económica, no se diga en el modo de comportarse o de vestir según el círculo social al que queremos pertenecer; copiar el estilo de hablar elocuente o gracioso que utiliza otra persona, o la tendencia a participar activamente en conversaciones como conocedor y erudito, sin tener el mínimo conocimiento. En resumidas cuentas, esta manera de ser se debe a la falta de aceptación de sí mismo.“Ser auténtico significa ser fiel a uno mismo. Es un fenómeno que pocas personas pueden afrontar. Pero quienes lo hacen, lo consiguen: una belleza, una gracia y una satisfacción inimaginables”OSHO


Ser auténtico
Textos para Crecer – Textos para el Alma
Escrito por Aldo Alberto Frias
Miércoles, 10 de Marzo de 2010 17:13

“Ser auténtico significa ser fiel a uno mismo. Es un fenómeno que pocas personas pueden afrontar. Pero quienes lo hacen, lo consiguen: una belleza, una gracia y una satisfacción inimaginables”

OSHO

El deseo de superación siempre será bien visto, pero con relativa frecuencia perdemos tiempo en querer ser precisamente lo que no somos: porque en ocasiones gastamos más de lo que tenemos para dar la apariencia de una mejor posición económica, no se diga en el modo de comportarse o de vestir según el círculo social al que queremos pertenecer; copiar el estilo de hablar elocuente o gracioso que utiliza otra persona, o la tendencia a participar activamente en conversaciones como conocedor y erudito, sin tener el mínimo conocimiento. En resumidas cuentas, esta manera de ser se debe a la falta de aceptación de sí mismo.

En ocasiones la auto-aceptación se hace más difícil por lamentarnos de lo que no tenemos. En distintos momentos y circunstancias personas han dicho: “si hubiera nacido en una familia con mejor posición económica, otra cosa hubiera sido”; “si yo tuviera las cualidades que (aquel tiene…”; “si hubiera tenido la posibilidad de una mejor educación…”; “si se me hubiera presentado esa oportunidad…” ¿No es también una pérdida de tiempo de la que hablamos al principio?

Para ser auténticos hace falta algo más que copiar partes de un modelo, como si quisiéramos adueñarnos de una personalidad que no nos pertenece, o peor aún, pasar la vida esperando “la gran oportunidad” para demostrar lo que somos y lo que podemos lograr. Las experiencias, el conocimiento y la lucha por concretar propósitos de mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una personalidad propia.

¿Qué hacer entonces para ser auténticos?

- Evitar la mentira y la personalidad múltiple. Ser el mismo siempre, independientemente de las circunstancias.

- Cooperación y comprensión para evitar el deseo de dominio sobre los demás, respetando sus derechos y opiniones.

- Ser fieles a las promesas que hemos hecho, de esta manera, somos fieles con nosotros mismos.

- Cumplir responsablemente con las obligaciones que hemos adquirido

- Hacer a un lado simpatías e intereses propios, para poder juzgar y obrar justamente.

- Esforzarnos por vivir las leyes, normas y costumbres de nuestra sociedad.

- No tener miedo a que “me vean como soy”. De cualquier manera, mientras no hagamos algo para cambiar, no podemos ser otra cosa.

La autenticidad da a la persona una natural confianza, pues con el paso del tiempo ha sabido cumplir con los deberes que le son propios en el estudio, la familia y el trabajo, procurando perfeccionar el ejercicio de estas labores superando la apatía y la superficialidad, sin quejas ni lamentaciones. Por la integridad que da el cultivo de este valor, nos convertimos en personas dignas de confianza y honorables, poniendo nuestras cualidades y aptitudes al servicio de los demás, pues nuestras miras van más allá de nuestra persona e intereses.

Tomado de:

http://74.81.94.2/~claudiom/index.php?option=com_content&view=article&id=1432:ser-autentico&catid=61:textos-para-el-alma&Itemid=84


«Manifiesto Paz y Armonía en el Planeta. Yo Soy el Que Yo Soy»

La palabra diaria © por Unity® 2011

Extraído de la WEB:
http://www.unity.unityenlinea.org/publicaciones/laPalabra/readLaPalabra.html

Bendiciones para todos. Namasté

Fuente: www.portaldorado.com

viernes, 7 de octubre de 2011

10 PUNTOS PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA.


10 puntos para mejorar la autoestima
La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder

Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No esperes a que las cosas te vayan mejor, te encuentres bien, tengas pareja o trabajo. Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas.


10 PUNTOS PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA

1 de octubre de 2011

1. Deja de criticarte
Si te dices a ti mismo que, pase lo que pase, estás bien y vales, puedes cambiar con facilidad tu vida. Pero, si te dices que estás mal, te resultará enormemente difícil lograrlo. Tu capacidad para adaptarte y avanzar con el proceso de la vida es tu poder. Acéptate tal y como eres ahora.
2. Deja de asustarte
Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Tomamos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco. Deja de asustarte con tus propios pensamientos. Transforma tu pensamiento en una imagen de placer.
3. Sé amable, cariñoso y paciente contigo mismo
Sé delicado y amable contigo mismo. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres. No te castigues por los errores. Si estás dispuesto a utilizarlos para aprender y crecer, entonces te servirán como un peldaño hacia la realización total en tu vida.
4. Aprende a ser cariñoso con tu mente
No te odies por tener pensamientos negativos. Puedes considerar que estos pensamientos te “construyen”, y no que te “derriban”. Ser cariñosos contigo mismo quiere decir dejar de culparte, dejar de sentirte culpable, acabar con todo castigo y con todo dolor. Utiliza la relajación, la meditación y la visualización.
5. Elógiate
La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder. Cuando te desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa. Permítete aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces como si no.
6. Amarte significa apoyarte
Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. En realidad, es una muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita. En lugar de intentar hacerlo todo solo, pide ayuda. Aprende a pedir, para que los demás puedan aprender a dar.
7. Ama tus rasgos negativos.
Todos ellos forman parte de tu creación. Sea cual sea el problema que tengas, tú contribuiste a crearlo con el fin de manejar ciertas situaciones. Sean cuales fueren tus pautas negativas, puedes aprender a satisfacer esas necesidades de forma más positiva. Puedes dejar marchar con amor esos patrones negativos.
8. Cuida tu cuerpo
Considera tu cuerpo una maravillosa casa en la que vives durante un tiempo. Amas y cuidas tu casa. Así pues, vigila lo que metes dentro de tu cuerpo. Es bueno hacer ejercicio y adoptar una actitud mental positiva hacia el tipo de ejercicio que realizas. Es necesario que te perdones y dejes de introducir rabia y rencor en el cuerpo.
9. Trabaja con el espejo
Es importante trabajar con el espejo para descubrir la causa de un problema que te impide amarte. Por la mañana, te puedes mirar en el espejo y decirte: “Te amo. ¿Qué puedo hacer por ti hoy? ¿Cómo puedo hacerte feliz?”. Escucha tu voz interior y actúa en consecuencia. Mira a menudo al interior de tus ojos. Expresa tu creciente sentimiento de amor hacia ti mismo mirándote en el espejo
10. Ámate ya, ahora mismo
Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No esperes a que las cosas te vayan mejor, te encuentres bien, tengas pareja o trabajo. Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas.

Enviado por Laura Foletto - Desconozco el autor

http://www.abrazarlavida.com.ar/

Fuente: www.portaldorado.com