La armada de Ecuador incautó este buque pesquero de bandera china en la reserva marina de Galápagos en 2017 y encarceló a la tripulación tras encontrar 300 toneladas de pescado, en su mayoría tiburones, a bordo. (Foto de Juan Cevallos/AFP/Getty Images)
Flota pesquera china que estaba frente a las islas Galápagos se desplazó hacia Perú
Una enorme flota de cerca de 300 embarcaciones, principalmente chinas, que se encontraba frente a las Islas Galápagos se desplazó hacia el sur, a Perú, dijo a la agencia de noticias EFE el canciller de Ecuador Luis Gallegos.
De acuerdo con el canciller se encuentra “frente a Perú”, “en su mayoría hacia al norte de Perú” y ninguno de los barcos que la conforman ingresó en aguas ecuatorianas, afirmó, como sí sucedió en 2017.
En 2017, Ecuador incautó un barco chino en la reserva marina de las Islas Galápagos y llevó a juicio a su tripulación ya que transportaba 300 toneladas de especies prohibidas y en riesgo de extinción, en su mayoría tiburones.
Las autoridades han estado vigilando a la flota desde que en informe de la organización Oceana, publicado recientemente, afirmó que las embarcaciones que estaban frente a las Galápagos estaban llevando a cabo una pesca masiva de calamares. Estos animales son esenciales para varias especies que habitan en la reserva como los lobos marinos, tiburones martillo, atunes y marlines.
Las embarcaciones aparecieron desde julio, cuando la Armada Nacional de Ecuador reportó a través de un comunicado que cerca de 260 barcos extranjeros estaban operando frente a la costa de las islas Galápagos, justo fuera de la Zona Económica Exclusiva Insular (ZEEI), la cual se extiende a 370 kilómetros de las islas.
Sin embargo, el número de embarcaciones aumentó con el pasar de los días, luego de que el 7 de agosto la Marina de Ecuador constatara durante un patrullaje que en el área se encontraban un total de 340 embarcaciones.
La doctora Marla Valentine, analista de pesca ilegal y transparencia de Oceana, afirmó que la pesca masiva de calamares de esta flota amenaza a las Islas Galápagos, las especies que solo habitan en esta región y a todos los que dependen de esta especie para su alimentación y sustento.
En los últimos años las flotas pesqueras chinas han representando entre el 50 y el 70 por ciento de los calamares capturados en alta mar, según una estimación del gobierno chino, reportó NBC NEWS.
El subsecretario interino de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak, se pronunció sobre el informe de Oceana y criticó a las embarcaciones de China.
“[A] donde sea que esta flota vaya, [los] ecosistemas y [el] sustento peligran. China debe detener las prácticas pesqueras insostenibles, el incumplimiento de normas y la destrucción deliberada del medio ambiente”, escribió Kozak, señalando que EE. UU. está trabajando con asociados en la región para “proteger la pesca y los empleos que dependen de ella”.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, alertó en un comunicado del 2 de agosto sobre las “prácticas pesqueras depredadoras de China” en las Galápagos.
Dijo que China “subvenciona la mayor flota pesquera comercial del mundo, que viola habitualmente los derechos soberanos y la jurisdicción de los Estados costeros”.
Las flotas pesqueras industriales chinas no solo plantean problemas ambientales en todo el mundo sino también representan una amenaza para los pescadores locales.
Según el Proyecto China África, las flotas chinas frente a las costas de África Occidental han creado una “grave crisis ambiental provocada por la sobrepesca que también pone en peligro a las comunidades costeras locales que dependen de estas aguas para su subsistencia”.
Los buques pesqueros chinos en el mar de China Meridional amenazan a especies como la almeja gigante, apreciada por su concha y considerada un artículo de lujo en China y en otros lugares.
En Ecuador, la basura dejada por la flota china estuvo apareciendo en las costas de las islas Galápagos, según la BBC.
China y Ecuador iniciaron desde hace un mes negociaciones para ampliar la etapa de moratoria de pesca de China, ya no desde septiembre sino desde junio, y establecer protocolos de abordaje e inspección.
“Nos interesa que se alejen de la zona y que dejen de pescar definitivamente y punto” dijo a EFE Carlos Larrea, embajador de Ecuador en China.
Asimismo explicó que la medida se debía a que aunque los barcos pesqueros chinos se encuentran generalmente fuera de la zona económica exclusiva, las especies migratorias se mueven ampliamente fuera de la zona “por lo que hay que llegar a acuerdos bilaterales”, dijo Larrea.
En su informe Oceana también señaló que las flotas chinas se ven implicadas habitualmente en violaciones relacionadas con la sobrepesca, la pesca de especies de tiburón en peligro de extinción, la intrusión ilegal en la jurisdicción, la concesión de licencias y documentación de capturas falsas y los trabajos forzados.
“La situación que se está desarrollando en las Galápagos debería plantear serias preguntas y preocupaciones sobre el impacto que la enorme flota pesquera de China está teniendo en los océanos que navega”, afirmó la Dra. Valentine.
Con información de EFE y de la reportera Pachi Valencia.
Una flota de 300 barcos chinos amenaza a pescadores artesanales chilenos: “Se lo llevan todo
Román Zelaya, subsecretario de pesca dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, afirmó que la Armada del país sudamericano tiene órdenes de monitorear y proteger el mar territorial
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“La Armada de Chile tiene instrucción de estar atenta a la situación de proteger el mar territorial”, dijo en una declaración Román Zelaya, subsecretario de pesca dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, quien se refirió así al desplazamiento de naves asiáticas que se acercan amenazantes a las 200 millas de territorio marítimo chileno.
Provenientes desde el norte, ya con registro formal frente a las costas de Ecuador -en las afueras de las Islas Galápagos- y de Perú, la flota de barcos chinos superaría los 300. Varios de ellos ya han sido denunciados por la ejecución de pesca ilegal. Lo anterior, no es nuevo, ya que en los últimos cuatro años, al menos 22 embarcaciones, 18 de ellas chinas, han ingresado a la zona marina protegida más grande del continente, denominada Nazca-Desventuradas, en Chile.
Esta última es una más de las diez “zonas de conservación” que existen en el país y que lo transforma en uno de los cinco primeros con mayor cantidad de kilómetros protegidos, según registra la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Sin embargo, pese a lo anterior, ninguno de los parques marinos cuenta con un efectivo plan de administración que garantice el resguardo de las 200 millas marítimas en las cuales no pueden acceder embarcaciones no acreditadas.
Ya el pasado 24 de septiembre, desde la embajada de Estados Unidos en Perú, se emitió una alerta por la presencia de los 300 barcos chinos. Se encontraban en ese momento a unas 230 millas de las costas de la ciudad de Pisco.
Un mes antes, desde Ecuador, también se advirtió y comprobó que la flota estaba estacionada en las afueras de la reserva marina de Galápagos. Ante tales afirmaciones, la autoridad chilena emitió un comunicado de prensa en el que declaró estar “alerta”.
“El control fronterizo y el combate a la pesca ilegal son dos aspectos esenciales, y en eso estamos trabajando todas las instituciones del Estado”, advierte Zelaya, el subsecretario de pesca chileno.
Infobae conversó con uno de los representantes de los pescadores artesanales de la ciudad costera de Coronel, en la región del Bio Bio, localidad ubicada a 530 kilómetros al sur de Santiago. Andrés Sepúlveda, a sus 49 años, se dedica hace cuarenta a la pesca artesanal. Espera con preocupación el paso de los “chinos” como le dicen, debido a que en los últimos años se ha hecho frecuente el paso de estas embarcaciones.
“A los que más afecta la pesca ilegal, cuando llegue esta flota china, es a los que andan pescando albacora, porque es una especie que se encuentra más o menos a la altura por donde ellos pasan. Se supone que la autoridad chilena resguarda las 200 millas, y si pasa afuera de eso, no hay nada que hacer”, declara Sepúlveda.
Y si bien el resguardo de las 200 millas está garantizado, Sepúlveda cuenta que de igual manera la llegada de estos barcos los perjudica, por el tipo de extracción que utilizan, aún cuando esté a mayor distancia de la que delimita el territorio marítimo chileno.
“Como le digo, a los albacoreros es a los que más perjudica, porque los chinos no andan buscando solamente el calamar de humboldt, ellos vienen con la ley de caiga lo que caiga se lo llevan todo. Si bien andan a la siga del camarón de humboldt, se llevan lo encuentran, porque allá en sus mares no les queda nada”, advierte.
El principal perjuicio que reclaman los pescadores artesanales de Chile es el impacto en su capacidad de producción. Una condición que ya se ve perjudicada, según dice, por las normativas que rigen la actual Ley de Pesca de Chile.
“Nosotros, a decir verdad, nos sentimos perjudicados desde que se aprobó la ley corrupta de Pablo Longueira. Porque los pescados en mi país tienen nombre desde antes que nazcan. Con esta ley que le entrega derechos de pesca a unas pocas familias ricas. El mar prácticamente les pertenece. Entonces, a nosotros que hacemos pesca artesanal de merluza, de anchoa, sardina, sierra y jurel nos perjudica más. Nos dejan con lo mínimo”, dice Andrés.
El pasado 1 de octubre, la ONG Oceana advirtió a través de un comunicado que el mismo enjambre de pesqueros que ya estuvo en Ecuador y Perú, ahora se dirige a Chile. El organismo agregó a los antecedentes ya conocidos que algunas de estas embarcaciones estarían apagando sus sistemas de posicionamiento satelital para actuar con impunidad en su ilegal extracción.
César Astete, director de la campaña de Pesquerías de esta ONG, hizo énfasis en la necesidad de frenar la amenaza de la que es considerada la principal potencia pesquera mundial, que llega hasta las costas del pacífico. “Hace un mes aproximadamente, se viene realizando un monitoreo y seguimiento de la flota pesquera internacional de estas cerca de 300 naves de pabellón chino, y actualmente se encuentra a 390 millas de la zona económica exclusiva”, señala.
Por su parte, desde la Asociación de Industriales Pesqueros (ASIPES), representada por Macarena Cepeda, su presidenta, han mostrado su preocupación, haciendo un llamado a las autoridades a defender la sustentabilidad del mar de Chile.
“Nuestra preocupación es económica y estratégica. Hoy las biomasas disponibles en el mar son muy atractivas para todas estas flotas que persiguen recursos por todos los océanos del mundo, por tanto no podemos permitir que estas flotas extranjeras pongan en riesgo o destruyan el trabajo de años por recuperar responsable y sustentablemente los recursos de Chile”, planteó.
Para las próximas horas, la Armada de Chile ya convocó a una conferencia de prensa en Valparaíso, en la que presentará ante la opinión pública un plan de acción especial que busca resguardar los intereses naturales y económicos del país e informará, además, el protocolo con en el que esperan monitorear la situación de la flota china que se aproxima al territorio marítimo chileno.
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