martes, 22 de julio de 2025

¿Por qué nacen los prejuicios?. // 11 rasgos de las personas auténticas.

 

¿Por qué nacen los prejuicios?.


Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 13 enero, 2021


Todos trabajamos con prejuicios: elementos mentales que condicionan o influyen sobre las ideas nuevas que generamos. Ahora, ¿cómo se producen? ¿Por qué los adoptamos?



Quizá alguna vez has observado la sociedad y te has dicho: “no entiendo cómo la gente puede tener prejuicios contra esto”. El origen de los prejuicios, es decir, qué proceso mental los origina, es objeto de gran interés para la psicología social.

En este artículo encontrarás una revisión de los enfoques que se le han dado a este tema. Si buscas información para entender mejor qué pasa por la mente cuando se genera un prejuicio, sigue leyendo.

Motivaciones asociadas al origen de los prejuicios

Esta corriente analiza los factores internos que llevan a una persona a adoptar un prejuicio. En particular, se postula que los prejuicios ayudan a reducir tensiones emocionales o satisfacer necesidades inconscientes. Dos ejemplos serían los siguientes:

  • Frustración: hay una relación estrecha entre el sentimiento de frustración y el comportamiento agresivo. Una agresión redirigida puede acabar señalando a alguien como chivo expiatorio, normalmente perteneciente a grupos minoritarios. ¿Por qué estos grupos? Un desagrado previo, seguridad de que no se van a poder defender o rasgos llamativos son algunas de las razones.
  • Deseo de superioridad: la teoría de la identidad social centra su atención en las comparaciones con los demás y piensa que en ellas reside buena parte de la visión positiva que tenemos de nosotros mismos. En el momento que se quiere enaltecer la visión de nuestro grupo, existe la tendencia a devaluar a los otros.

Enfoque sociocultural del origen de los prejuicios

Algunos psicólogos sociales afirman que los prejuicios son aprendidos. Un ejemplo sería el caso del racismo: según este enfoque, ya desde la infancia se inculcan valores de desprecio y exclusión hacia otras razas, prejuicio que se va desarrollando y asentando en la mente hasta la vida adulta.

Estudios que apoyan esto han descubierto que los prejuicios raciales entre padres e hijos coinciden de manera significativa. Pero no todo se queda en familia: los medios de comunicación de masas han sido acusados fuertemente a lo largo de los años por favorecer los prejuicios contra determinados grupos.

Factores de personalidad

Aunque los factores ambientales impulsen la creación y sostenibilidad de los prejuicios, las diferencias individuales en este campo son muy importantes. Por eso que existe otra corriente centrada en averiguar qué hace que algunas personas adopten o desarrollen prejuicios de manera más fácil.

Los datos más significativos al respecto asocian el origen de los prejuicios con las personalidades autoritarias. Las personas que daban este perfil en los tests solían venir también de familias autoritarias, donde la exigencia y las expectativas puestas en ellos eran grandes.

El enfoque cognitivo

Una vez vistos los enfoques anteriores, muchos psicólogos sociales quisieron ir a lo más básico en el origen de los prejuicios: los procesos cognitivos en sí. La perspectiva cognitiva sitúa este desencadenante en los estereotipos negativos. Cuando se atribuyen características peyorativas a un colectivo, las actitudes y comportamientos discriminatorios son mucho más abundantes.

Pero, ¿qué otros procesos hay? A continuación completamos la lista.

Categorización 

Este es un proceso muy básico y adaptativo de nuestra mente que consiste en agrupar elementos mentales por categorías. Por otro lado la acción de “colocar” a una persona en una categoría mental sobredimensiona las diferencias entre ese grupo y el nuestro, lo que puede dar lugar a la formación de estereotipos.

Esto, a su vez, puede combinarse con el deseo de tener una identidad social. Cuando esto ocurre, en ocasiones la reafirmación pasa por despreciar o discriminar a los otros grupos.


Procesamiento selectivo de la información

¿Por qué los prejuicios y estereotipos no cambian cuando las personas se encuentran con casos que los niegan? Para responder a esto, los psicólogos sociales afirman que las personas no procesamos el mundo de forma objetiva, sino sesgada.

Es probable que prestemos más atención a los datos que confirman nuestras creencias, es decir, procesamos de forma selectiva. De hecho, podemos hablar de tres procesos psicológicos afectados por esto:

  • Atención: como dice arriba, las personas tendemos a ver lo que esperamos ver. Un efecto de esto es la correlación ilusoria.
  • Percepción: los estereotipos influyen en cómo percibimos los hechos de una manera sutil. Por ejemplo, en un caso de racismo puede interpretarse de manera más amenazante la actitud de la persona de la raza oprimida.
  • Memoria: se recuerda mejor la información que confirma los estereotipos y prejuicios.

Conclusiones sobre el origen de los prejuicios

El mundo es un lugar complejo. Los prejuicios, como parte de ese mundo, también son multifactoriales. Tratar de abarcar el origen de los prejuicios con una perspectiva holística es tarea de gigantes, pero poco a poco se van desvelando más trucos de nuestra mente. Todo lo que se averigua, por supuesto, es material valiosísimo para seguir avanzando en la construcción de una sociedad más justa.

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.

Fuente:  https://lamenteesmaravillosa.com/por-que-nacen-los-prejuicios/

¿Cómo funcionan los prejuicios?


Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 24 noviembre, 2019


Los prejuicios son el resultado de nuestras experiencias pasadas. Están formados por sentencias sencillas que muchas veces condicionan u obstaculizan la posibilidad de juicios más honestos.


En la sociedad de información continuada, deseamos tener una información, idea o conclusión casi inmediata para posicionarnos ante una cuestión determinada. Sin embargo, bajo un paradigma de sociedad líquida, tienen mayor cabida los sesgos cognitivos, como por ejemplo, los que conllevan a la formación de prejuicios.

De esta manera, cuando nos llega una información, intentamos ser rápidos también derivando conclusiones. En esta premura, la tendencia es a obviar información relevante o cometer sesgos o errores del pensamiento, de los cuales en la mayoría de las ocasiones no nos damos cuenta. Profundizaremos sobre este tipo de sesgos cognitivos que influyen “cuando firman por ti” o “firmamos por alguien”.


Sesgos del pensamiento y heurísticos

Sesgo de la correlación ilusoria

Al día, recibimos mucha información, de manera que nos quedaremos con aquella que más nos satisfaga.

Por otro lado, la correlación ilusoria es una tendencia a sobrestimar la relación entre dos variables. Hablamos de uno de los mecanismos cognitivos que influyen a la hora de mantener o generar prejuicios.

Sesgo de mi punto de vista

El sesgo de confirmación es la tendencia de una persona a dar más crédito o prestar más atención a la información que confirma sus suposiciones, ideas preconcebidas o hipótesis, independientemente de que estas sean verdaderas o no. También es conocido con el nombre de sesgo confirmatorio o sesgo de mi punto de vista.

Sesgo de negatividad (o positividad)

El sesgo de negatividad tiende a ponerse en marcha en estados emocionales de valencia negativa. De la misma manera, este sesgo se produce hacia el lado positivo cuando ensalzamos o adulamos a alguien, sobreestimando sus cualidades. En cualquier caso, es fuente y alimento de prejuicios.

Heurístico de representatividad

El heurístico de la representatividad es una regla informal para estimar la probabilidad de un evento B dado otro A. Esta estimación se basa en el grado en que A es representativo de B, es decir, en la semejanza de A con el estereotipo de B.

Esta regla intuitiva permite, a partir de lo que ya se conoce, inferir sobre el suceso B. El heurístico de representatividad es una inferencia sobre la probabilidad de que un estímulo (persona, acción, suceso) pertenezca a una determinada categoría y, por lo tanto, tenga los atributos que la definen.

Estos son algunos de los mecanismos que influyen en la elaboración o mantenimiento de los prejuicios. Muchas veces ocurren de forma automática y son denominados como “atajos mentales”.

La enseñanza del egoísmo

“El primer ministro de la dinastía Tangera era reconocido por su éxito como estadista y líder militar. A pesar de su poder y riqueza, se consideraba como un humilde y devoto budista. Visitaba a su maestro preferido de Zen para estudiar bajo su instrucción, del cual tenía una muy buena relación. El hecho de que era primer ministro no tenía, aparentemente, ningún efecto en su relación, la cual parecía ser simplemente una de un reverendo maestro y un respetuoso estudiante.

Un día, durante su usual visita, el primer ministro le preguntó al maestro, “Su Reverencia, según el Budismo, ¿qué es el egoísmo?”. La cara del maestro se puso roja, y en un tono de voz muy condescendiente e insultante, increpó: “¿Qué clase de pregunta estúpida es ésa!?.

Esta imprevista respuesta conmocionó tanto al primer ministro que llegó a fruncir el ceño y a enfadarse. Entonces el maestro de Zen sonrió y dijo, “ESTO, Su Excelencia, es egoísmo””.

La enseñanza práctica del maestro nos dice que podemos equivocarnos y, aun así, ser tajantes o no albergar ninguna duda cuando sentenciamos con juicios. Cuando sentenciamos a otro, de forma rotundamente juiciosa, no solo estamos poniendo el foco de atención en una tercera persona, sino también en nuestra parte egoica.

El egoísmo es una visión que valida los prejuicios. La intransigencia de nuestros pensamientos o ideas, en detrimento con la de los demás, nos puede llevar a firmar por otros, lo que es de uno.

La enseñanza de los juicios

“En una aldea, el anciano más pobre era la envidia de todos por el hermoso caballo que tenía. Reyes y ricachones llegaron a ofrecerle enormes cantidades de dinero por el caballo, pero el hombre decía: Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?

Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo: ¡Estúpido! Sabíamos que algún día te robarían su caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras.

-No vayáis tan lejos-dijo el viejo. Simplemente decid que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana? Las personas se rieron del “pobre” viejo; sin embargo, después de 15 días, el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no solo eso, sino que además, trajo consigo otra docena de caballos”.

Esta parábola budista nos enseña que, cuando firmamos por alguien, ignoramos información relevante que nos lleva a cometer sesgos en el pensamiento, y que con un pensamiento erróneo, podemos ser influyentes en el “devenir”.

Ser prudentes a la hora de elaborar juicios es tan importante como tener una apertura a la experiencia. Esta parábola también nos enseña, que un mecanismo inconsciente de desplazamiento”, se activa con facilidad y sin darnos cuenta. Como con el protagonista, puede suceder que cuando firman por ti es porque otros no quieren o no pueden firmar lo que es de ellos.


La atención plena y la apertura: aniquiladoras de prejuicios

A la hora de realizar juicios, tener una apertura a la experiencia y ser prudentes nos permite un menor margen de error, siendo más factible cambiar el foco de atención a uno más plausible. El mindfulness, atención plena, es una herramienta positiva que ayuda a las personas críticas a trascender del juicio.

Un ejercicio, -por ejemplo, de visualización- es el que nos permite dibujar un objeto con diferentes estilos, desde diferentes ángulos. Son diferentes formas o estilos de expresar la percepción de un objeto, pero el objeto, esencialmente, no se puede cambiar.

Las personas que puntúan alto en cuanto en “apertura a la experiencia” son aquellos que también aceptan mejor las diferencias. Mientras más tolerante sea una persona con relación a las opiniones diversas de los otros, mayor tenderá a ser su nivel de apertura hacia las nuevas experiencias,

Por otra parte, una investigación coordinada por la Universidad Wake Forest (EEUU) demostró que ver con buenos ojos a los demás es un indicador de que puedes considerarte feliz, entusiasta, noble y emocionalmente estable.

Comprender que sentenciamos o firmamos fácilmente, entre otras razones por lo fácil o nuestra economía del pensamiento, no solo nos ayuda a acercarnos a un pensamiento plausible, sino que también nos permite desarrollar una mejor atención y capacidad comprensiva. Razones suficientes para ser más prudentes en la elaboración de los prejuicios y redirigir la atención en los juicios.

Reflexionemos sobre ello.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.

Fuente:  https://lamenteesmaravillosa.com/como-funcionan-los-prejuicios/



11 rasgos de las personas auténticas


Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Okairy Zuñiga

Última actualización: 11 marzo, 2022

Las personas auténticas reúnen una serie de rasgos que las hace únicas desde un punto de vista natural, honesto y claro.
11 rasgos de las personas auténticas

¿Conoces personas auténticas? ¿Eres una de ellas? ¿Sabes cómo son? Es posible que hayas convivido o convivas con una persona de este tipo y ni lo sabes. Las personas auténticas son una ráfaga de aire que refresca tu vida y llenan cualquier espacio en el que están. Son fáciles de identificar porque cuando llegan a tu vida te inundan de buena vibra, alegría e inspiración.

Su forma de ser es agradable y cualquiera a su lado se siente bien y confiado. Las personas auténticas te hacen sentir, tan bien que te permiten ser tú mismo. Con ellos te podrás olvidar de poses e ideas preconcebidas. Saben que cada uno es especial y te harán sentir único y especial. Aquí te decimos los principales rasgos de las personas auténticas.

1. Hacen escuchar sus opiniones y se expresan sin temor

Las personas auténticas saben que existen pocos motivos por los que las opiniones deben mantenerse ocultas. Si estas personas tienen algo que decir, simplemente lo hacen. Eso sí, siempre tienen cuidado de no lastimar ni herir a los demás con sus opiniones. Buscan hacerse escuchar y hacen valer su opinión pero no quieren dañar a nadie.

Mujer pensando en personas auténticas

Muchas veces preferimos ocultar nuestras opiniones porque tememos ser criticados. Las personas auténticas saben que la crítica es muy común pero que no siempre se relaciona con quienes son. Entienden que la opinión que los demás se hagan de ellos es algo exterior. Una de sus mejores cualidades es que saben que las opiniones no se deben tomar como algo personal.

“No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla”.

-Napoleón I-

2. Actúan en base a motivos internos y no externos

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo solo porque tenías ganas de hacerlo?  Las personas auténticas rigen su vida por su propia escala de valores y hacen solo aquello que desean. Saben que no pueden depender de los demás para ser felices ni lograr sus objetivos. Son independientes y están dispuestos a arriesgarse para llegar a donde desean.

3. Su mejor amigo es su “yo interior”

Las personas auténticas son muy distintas entre sí. Algunas tienen muchos amigos porque se les da bien relacionarse. Otras son más introvertidas y prefieren tener pocos amigos que sean muy cercanos. Nunca les verás hacer algo que vaya en contra de su escala de valores y su conversación interior es positiva. Las personas auténticas no se autosabotean ni hacen cosas que les puedan afectar.

4. Evitan juzgar

Las personas auténticas saben que no es fácil seguir tu propio camino por eso no pierden el tiempo juzgándote. Es probable que si tienen algo que decirte, lo hagan. Después se olvidarán del asunto y dejarán que tomes tus propias decisiones. Puedes contar con ellos de forma honesta y puedes esperar una opinión sincera.

5. Conocen y valoran sus características físicas

Aunque es la publicidad nos busca convencer de que ciertos estándares de belleza son los apropiados, las personas auténticas saben que cada uno es especial. Ellos no se preocupan por cumplir con patrones de belleza. Se concentran en conocerse a sí mismos y se valoran por lo que son. También conocen sus defectos o puntos flacos y han aprendido a sacarles provecho o disminuir sus efectos negativos.

Mujer con flores

6. No te dan consejos que no seguirían ellos mismos

Las personas auténticas saben que criticar, juzgar o hablar de más es negativo. También saben que dar una opinión o consejo es más fácil que seguirlo. Por ello, cuando les pides un consejo se lo piensan bien antes de hablar. Los reconocerás porque son las personas que te dan los consejos más realistas. Y es que hablan desde su propia experiencia porque no sugerirían hacer algo que ellos mismos no harían.

7. Se cuidan física y emocionalmente

Las personas auténticas valoran quiénes son y hacen todo lo posible por mantener su cuerpo y mente en forma. Se dan el tiempo de realizar rituales de belleza, salen a hacer ejercicio, cuidan su alimentación y sus relaciones interpersonales. Saben que la vida consiste en poner prioridades y darle a cada cosa su importancia y tiempo.

8. Son curiosas y preguntan cuando quieren saber más

Cuando hay algo que no saben o no conocen demasiado, no dudan en preguntar. Las personas auténticas son honestas y reconocen cuando son ignorantes antes los demás con naturalidad. No temen no saber sobre algo, todo lo contrario. Además, tienen ese rasgo de curiosidad que les lleva a indagar.

9. No les avergüenza hacer cumplidos ni recibirlos

Saben que, al igual que se deben manifestar las disconformidades, también se deben señalar aquellas cosas que se consideran hermosas. Por eso, nunca les verás titubear al hacer un cumplido o al recibirlo, pues para estas personas es natural sincerarse también de este modo.

10. Muestran sus sentimientos

Una persona auténtica sabe que los sentimientos son algo inevitable, válido y de lo que alguien nunca debería avergonzarse. Por eso, su expresión emocional es natural y solo se reprime o modera en base a las normas sociales que fomentan el respeto y la buena comunicación.

11. Piden ayuda

Al igual que un buen amigo siempre se ofrece a ayudar, las personas auténticas saben que, a veces, no pueden conseguir sus logros solas. Por eso, conocen sus límites y piden ayuda cuando la necesitan. El apoyo de los demás (y el suyo propio) es algo que consideran imprescindible en cualquier círculo social que frecuenten.

 

Las personas auténticas respiran libres y permiten que quien los rodee sea honesto. Quizás tú mismo eres una de estas personas pero no te habías dado cuenta o tienes a tu lado a una persona auténtica. Si tienes a una de estas personas a tu lado, valórala y acéptala porque ella hará lo mismo contigo.

Fuente:  https://lamenteesmaravillosa.com/8-rasgos-las-personas-autenticas/

No hay comentarios:

Publicar un comentario