Dragón Humano: hombre se extirpará genitales para completar transformación en EEUU
Tras un sueño que tuvo hace décadas, el texano Richard Hernandez decidió hacer todo lo posible para convertirse en un “dragón humano”. El hombre de 60 años dejó atrás una exitosa carrera en financias e invirtió todos sus ahorros.
Actualmente se identifica como una “Dama dragón” llamada Tiamat Legion Medusa, pero su transición no ha terminado y ya prepara una cirugía para extirpar su pene, según consignó “Estoy eliminando partes de mí mismo que me ofenden, incluidos algunos de mis atributos físicos, y también cómo vivo mi vida hoy, como criatura que es en parte humana y en parte reptil”, afirmó al diario inglés.
“Habiendo estado en el infierno y de regreso, habiendo soportado tanta crueldad a manos de los humanos, convertirme en algo de otra especie es mi propia forma de lidiar con el dolor y la angustia espiritual, emocional y psicológica que sigue atormentándome a lo largo de mi vida”, agregó.
“Puedo lidiar con ser en parte humano, siempre y cuando también sea en parte reptil porque, al ser una transespecie, dejar de ser ‘solo humano’ me da una paz que sobrepasa todo entendimiento”, sentenció.
No ha terminado
Hernandez, un residente de Los Angeles de 60 años, ya ha invertido casi 61 mil euros, es decir, más de 57 millones de pesos chilenos en su cambio. Este implicó, además de múltiples tatuajes, la extirpación de sus orejas y la división de su lengua.
Su transición de hombre a dragona, además involucró una terapia hormonal, pero recientemente decidió ser un dragón sin género.
“Estoy en proceso de volverme sin género, así que prefiero los pronombres They/Them. Una de mis prioridades es despedirme del Sr. Bojangles, mi pene, lo antes posible”, contó al diario inglés.
“Mi preferencia ideal es que simplemente usen -el pronombre- IT (“eso”), igual que a los de mi especie, las serpientes. Mi metamorfosis no ha terminado”, sentenció.
Una trágica historia
Según contó, su infancia fue bastante trágica. “Mis padres me abandonaron en medio del bosque, de noche, en lo profundo del corazón del sur de Texas, donde abunda la serpiente cascabel de Diamondback occidental”, relató.
“Nos dejaron a mí y a dos de mis otros tres hermanos lo suficientemente cerca de la granja familiar para que mis abuelos maternos nos encontraran”, afirmó.
“Fue ahí, cuando mis padres humanos me empujaron fuera del auto para dejarme allí como basura no deseada, que adopté a las cascabel venenosas como mis padres”, declaró.
Si bien su conexión con las serpientes fue grande, finalmente fue educado por sus abuelos. Aunque la vida tampoco fue fácil, ya que sufrió bullying tras reconocer que era gay a los 11 años.
El tiempo pasó, estudió finanzas y comenzó a trabajar en un banco. “Durante mi mandato de 15 años, me convertí en vicepresidente y gerente de clientes en la División de Banca Corporativa, donde administré una cartera diversa de clientes corporativos para el banco, incluido uno de los diez principales clientes”, contó.
El sueño
Pero a pesar de su exitosa carrera, en los años 80 tuvo un sueño que lo cambió para siempre. Una noche soñó que serpientes lo mordían, y lo transformaban en un “reptoide”.
“[En el sueño] me encontré rodeado de serpientes, de todos los colores y las serpientes me estaban mordiendo y tenía mucho miedo, pero mientras el sueño continuaba y ellos seguía mordiéndome, podía ver que no me lastimaban ni ellos ni sus mordiscos”, relató.
Tras recibir el diagnóstico de VIH, decidió que era tiempo de convertir en realidad lo que vio aquella noche. “Todavía puedo recordar el sueño tan vívidamente como si hubiera sucedido anoche, y fue entonces cuando supe que había un mensaje importante para mí en mi sueño: era un presagio de que yo era uno de ellos, una señal de cosas que ven en mi vida”, afirmó.
“Hoy creo que cuando esas serpientes me mordían en mi sueño, en efecto me estaban inyectando su veneno como una forma de convertirme en una de ellas, por eso hoy soy un dragón escupidor de veneno, lo opuesto a ser un dragón que escupe fuego como muchas personas asumen incorrectamente”, dijo.
Irreconocible: el drástico cambio de un exitoso banquero que modificó su cuerpo para "ser un reptil"
Constantemente salen a la luz historias de personas que se someten a grandes modificaciones corporales. Sus motivos van desde el disgusto con su físico a temas espirituales; el caso del estadounidense Richard Hernández, ahora conocido como “Tiamat Legion Medusa”, va mucho más allá.
Según detalla el diario inglés Daily Mail, hace 20 años Hernández decidió someterse a una serie de transformaciones en su cuerpo para convertirse en un reptil transgénero, una subespecie que el mismo asegura haber creado para sentirse mejor consigo mismo.
Desde ese tiempo ha sufrido la castración química, extracción de las orejas, división de lengua y se sometió a 18 implantes de cuernos en toda su cabeza. Todo esto se produjo después de que un diagnóstico de SIDA los dejara con miedo a morir.
“Estoy en el proceso de no tener género, así que prefiero que las personas se dirijan a mí sin pronombres. Mi mayor preferencia es simplemente ser llamado como “eso”, al igual que mi especie, las serpientes”, asegura.
Para esta persona la vida fue bastante complicada desde muy pequeño. Esto se debe a que fue abandonado por sus padres, junto a dos hermanos, cuando era muy pequeño. En ese entonces, asegura, sintió simpatía por una especie de serpiente que vivía en el estado de Texas
“Mis padres me abandonaron en el medio del bosque, en la noche, en el corazón del sur de Texas, donde abunda la serpiente de cascabel de diamante del oeste”, recordó.
“En ese entonces mis progenitores humanos me empujaron fuera del auto para dejarme allí como basura no deseada, justo allí escuché el sonajero venenoso de las serpientes. Fue como una señal”, agregó.
El abandono ocurrió a pocos metros de la casa de sus abuelos maternos, por lo que fueron ellos quienes los criaron hasta los 18 años. En el relato del protagonista de la historia, aquella etapa tampoco fue fácil, ya que era castigado severamente cuando cometía errores.
“Mi abuelo, tristemente, continuaría abusándome verbalmente, emocionalmente y físicamente; todo porque él odiaba a mi padre y yo justo recibí su nombre y éramos parecidos”, detalló.
Al cumplir 18 años la vida pareció cambiar para bien, ya que se mudó a la ciudad de Houston e ingresó a trabajar como asistente al banco de inversiones JP Morgan Chase. Allí logró un gran ascenso hasta convertirse en vicepresidente de la compañía para la ciudad antes mencionada.
“Durante mi trabajo de 15 años, ascendí hasta convertirme en vicepresidente bancario y gerente de clientes en la división corporativa. Allí administré una cartera diversa de clientes para el banco, incluidos los diez más importantes”, indicó.
No obstante la vida le dio otro golpe en 1997 cuando fue diagnosticado con VIH. A su juicio, eso “era considerado como una sentencia de muerte en ese tiempo. Temí que iba a morir”.
“Como pensé que iba a morir, comencé a modificar mi cuerpo porque sentía que estaba en una carrera contra el tiempo”, aseguró. No obstante, se sometió a tratamientos y actualmente está considerado como indetectable.
Para modificarse comenzó tomando hormonas para hacer crecer sus senos hasta 38B y también se sometió a una extracción de próstata y la castración química. Su idea era cambiar totalmente de género, aunque en este tiempo se considerado como sin sexo.
Durante dos décadas, este aspirante a dragón ha tenido 18 implantes de cuernos, se quitó las dos orejas, se extirpó parcialmente la nariz y adoptó una imagen similar a la del villano de Harry Potter, Lord Voldemort.
Actualmente, el exejecutivo bancario tiene solamente seis dientes, porque los restantes se los quitaron. A eso sumó la división de su lengua en dos puntos y el hecho de teñir sus globos oculares de color verde. A todo eso añadió una serie de tatuajes.
“Mi objetivo y misión es romper el ‘binario de género’ y ser una inspiración para otros. Quiero que compartan mi historia de no tener género”, concluyó.
Según su propio testimonio, el antiguo Richard Hernández espera que su transformación esté completa en 2025.
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