Domingo 25 junio de 2023 | 06:50
¿Qué es el edadismo? El tipo de discriminación cada vez más frecuente en el mundo laboral
En medio de los esfuerzos de las empresas por retener y desarrollar el talento joven, puede suceder que las personas mayores, en especial por sobre los 50 años de edad, se vean en situaciones de despido o limitaciones de crecimiento profesional, cayendo en lo conocido como "edadismo".
Esto se daría especialmente en grandes compañías, donde el talento joven busca ser asimilado y potenciado, restando importancia a los profesionales de mayor edad.
Sin embargo, desde la reclutadora afirman que esta “visión limitada” desconoce el hecho que “los cincuenta de ahora son los cuarenta de antes”, junto con el potencial y sinergias que entregan los equipos multigeneracionales, en especial respecto al clima organizacional, trabajo en equipo, liderazgo y productividad.
“Pasar los 50 años de edad a veces se asemeja a una verdadera condena que se traduce en que la persona deja de ser de interés para la empresa, es despedida y se ve forzada a trabajar en ámbitos como las asesorías y consultorías, de manera independiente hasta cumplir la edad de jubilación”, añade González.
“Muchas veces se olvida que las personas mayores son las más comprometidas y dispuestas a seguir trabajando en una compañía, mientras que los más jóvenes sólo lo estarán por algunos años”, comenta.
Consejos para superar el edadismo
Dentro de lo difícil que puede resultar ser víctima de edadismo, desde la empresa entregan algunos consejos que pueden llevar a mejorar la empleabilidad, a la vez que se demuestra el valor adquirido a través de cinco décadas de vida:
1.- Capacitación permanente: ya sean cursos gratuitos, pagados, diplomados o cualquier otra instancia de aprendizaje, el objetivo es “mantenerse al día” en aquellos aspectos necesarios para la profesión que se posee.
2.- Fortalecer la red de contactos: el círculo profesional va cambiando a lo largo de los años. Sea desde la universidad, pasando por los diversos puestos laborales, esto implica ampliar la red de “colegas” con el fin de recurrir a ellos en caso de cambiarse de empresa o quedarse sin trabajo.
3.- Mostrar flexibilidad: adaptarse a los cambios, tendencias y nuevas reglas del mundo del trabajo es esencial para mantenerse vigente en el tiempo. La rigidez de pensamiento y actuación son una amenaza para la empleabilidad.
4.- Apuntar a cargos de jefatura: el paso del tiempo tiende a desarrollar ciertas habilidades blandas, visión integral y una experiencia acumulada que muchas veces son clave para liderar equipos y asumir desafíos.
5.- Desarrollar habilidades digitales: relacionado con el primer punto, dado el avance tecnológico es fundamental manejar herramientas informáticas en pos de una mejor productividad, respaldo de información, participar de reuniones remotas, hacer seguimiento a proyectos, entre otros aspectos fundamentales.
Envejecimiento: un obstáculo para el florecimiento de negocios
La edad no es en ocasiones una limitante solamente respecto a la empleabilidad, sino también al consumo.
Esto según declaraciones recogidas por Agencia EFE durante un foro del Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab).
Si bien América Latina es la región que “más rápido envejece del mundo”, según un informe del BID, las necesidades de quienes hacen parte de la economía plateada “no se están supliendo” debido al tabú que representa el envejecimiento para sus sociedades, dijeron los expertos reunidos en Bogotá durante el miércoles 14 de junio.
“Tenemos, como sociedad, que empezar a emparejar quiénes son esos reales consumidores y quiénes creemos que son porque esa dicotomía hace que los negocios no puedan florecer”, lamentó la fundadora de la empresa emergente No Pausa, la brasileña Miriam De Paoli.
Además, la emprendedora aseguró que la población sigue esperando que las personas mayores de 70 años respondan a la imagen del “viejito sentado en una reposera mirando al horizonte”, insistiendo a su vez que estas personas no son “pañales y geriátricos” sino “bolsillos plateados llenos de dinero que desean ser vistos”.
Otro de los problemas identificados son la falta de educación financiera. Esto llevaría en ocasiones a tal nivel de endeudamiento que las personas mayores se ven obligadas a “elegir entre pagar una tarjeta de crédito o comer”, según la directora ejecutiva de NudaProp, Constanza Boix.
Esto generaría, según Boix, una serie de ayunos prolongados y aislamiento por parte de las personas afectadas, incluso generando un distanciamiento de las familias.
¿Por qué discriminas?
Escrito y verificado por el psicólogo Ebiezer López.
Última actualización: 21 octubre, 2022
La discriminación es la actitud que más desigualdades genera, teniendo un impacto significativo en el estado emocional de aquellos que son discriminados. Por eso, el trabajo de movimientos activistas contra la discriminación es más importante que nunca.
Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado por qué discriminamos? ¿Cuál es la verdadera razón de fondo? Responder a este tipo de preguntas puede ser la clave para construir un mundo más igualitario y justo. Después de todo, solo podemos resolver los problemas cuando descubrimos la raíz y la abordamos. De lo contrario, podríamos caer en el error de seguir luchando contra factores superficiales que no resolverán nada.
¿Qué es la discriminación?
Al hablar de discriminación, nos referimos al hecho de dar un trato diferenciado a grupos específicos por motivos injustificados. La discriminación suele producirse en base a la etnia, el género, la orientación sexual, la identidad de género, la expresión de género o la religión. También podemos ver discriminación a causa de la edad o por el estatus socioeconómico.
En cualquiera de los casos anteriores, la discriminación vulnera los derechos humanos y legales a causa de dichas condiciones. Por ejemplo, una investigación realizada en el ámbito empresarial de Egipto halló que 51 % de las compañías prefieren contratar a hombres en vez de a mujeres (Osman, Speer y Weaver, 2021). Es decir, que poco más de la mitad de los establecimientos comerciales dan un trato discriminatorio a las mujeres.
Las razones para esta discriminación pueden ser muy variadas, como la posibilidad de que una mujer quede embarazada y necesite permisos. También hay personas que piensan que las mujeres no están capacitadas para determinados trabajos -bien es cierto que también existe un grupo significativo de personas que piensan que los hombres tampoco lo están-. En uno u otro caso, hablamos de una actitud que tiene un impacto significativo en la vida real.
Otra situación que puede ayudarnos a entender mejor el concepto de discriminación es la realidad que afrontan las personas LGBTI. La Organización de las Naciones Unidas informa que en 69 países las relaciones homosexuales entre adultos están penadas por la ley. A pesar de que hace años se dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad, la situación no ha cambiado en muchos territorios.
¿Por qué discriminamos a otras personas?
Si bien la mayoría piensa que determinado tipo de discriminación es dañina para la sociedad, a uno u otro nivel parece inevitable. De hecho, ya los niños prefieren jugar con algunos de sus compañeros y no con otros. Entonces, lanzamos la pregunta: ¿por qué discriminamos a otras personas basándonos en ciertas cualidades? ¿Es inevitable? La respuesta parece encontrarse en los sesgos cognitivos que nuestro cerebro tiende a crear.
Sesgos cognitivos y prejuicios
Cuando al cerebro se le presenta mucha información nueva, suele quedarse con aquellos puntos que identifica como más significativos, descartando otros. Un ejemplo típico es el efecto halo que nos lleva a describir la personalidad de alguien partiendo de un único atributo. Si vemos a una persona que grita en la calle, y no conocemos más de ella, es probable que la etiquetemos como agresiva, pero puede que solo estuviera pasando un mal día y en realidad sea alguien amable.
En este mismo sentido, el hecho de que nuestro cerebro sea propenso a estos sesgos puede hacernos desarrollar prejuicios. Estos no son más que ideas preconcebidas que nos creamos sobre grupos de personas.
Para ilustrarlo mejor, podemos pensar en la xenofobia que suele existir hacia la población musulmana debido a atentados terroristas. El hecho de que haya musulmanes intolerantes no significa que todos sean violentos y merezcan rechazo. En otras palabras, ser violento o extremista no está ligado a ser una persona musulmana o de cualquier otra religión. Por ende, asumir que todos lo son es un prejuicio irracional que nos puede llevar a discriminar y causar injusticias.
La teoría de la mente
Otro concepto parece influir de manera significativa en la discriminación es la teoría de la mente. Este término se usa para hablar sobre la capacidad que tenemos de atribuir pensamientos o intenciones a otros. De forma constante, asumimos que las personas piensan cosas o actuarán de cierta manera, en otras palabras, predecimos su comportamiento.
Cuando atribuimos intenciones o pensamientos a los demás, nuestra principal referencia suele ser el comportamiento propio. Consideramos que alguien es mal educado porque no identificamos en él determinados gestos de cortesía que nosotros sí tenemos. Además, tendemos a creer que los demás actuarán cómo lo haríamos nosotros porque eso es “lo normal”. Entonces, la mayoría de divergencias respecto a lo “normal” (lo que nosotros hacemos) podrán ser potenciales anclas para la discriminación.
Lo “normal” es algo que construimos a medida que crecemos. Durante ese proceso influyen varios factores como la cultura, la familia, las vivencias traumáticas, etc. Por esa razón, lo que se considera normal en Estados Unidos no es lo mismo que en Colombia. Eso significa que no hay una normalidad objetiva o natural y todo depende de la subjetividad.
¿Por qué nacen los prejuicios?
Escrito y verificado por la psicólogaSara González Juárez.
Última actualización: 13 enero, 2021
Quizá alguna vez has observado la sociedad y te has dicho: “no entiendo cómo la gente puede tener prejuicios contra esto”. El origen de los prejuicios, es decir, qué proceso mental los origina, es objeto de gran interés para la psicología social.
En este artículo encontrarás una revisión de los enfoques que se le han dado a este tema. Si buscas información para entender mejor qué pasa por la mente cuando se genera un prejuicio, sigue leyendo.
Motivaciones asociadas al origen de los prejuicios
Esta corriente analiza los factores internos que llevan a una persona a adoptar un prejuicio. En particular, se postula que los prejuicios ayudan a reducir tensiones emocionales o satisfacer necesidades inconscientes. Dos ejemplos serían los siguientes:
- Frustración: hay una relación estrecha entre el sentimiento de frustración y el comportamiento agresivo. Una agresión redirigida puede acabar señalando a alguien como chivo expiatorio, normalmente perteneciente a grupos minoritarios. ¿Por qué estos grupos? Un desagrado previo, seguridad de que no se van a poder defender o rasgos llamativos son algunas de las razones.
- Deseo de superioridad: la teoría de la identidad social centra su atención en las comparaciones con los demás y piensa que en ellas reside buena parte de la visión positiva que tenemos de nosotros mismos. En el momento que se quiere enaltecer la visión de nuestro grupo, existe la tendencia a devaluar a los otros.
Enfoque sociocultural del origen de los prejuicios
Algunos psicólogos sociales afirman que los prejuicios son aprendidos. Un ejemplo sería el caso del racismo: según este enfoque, ya desde la infancia se inculcan valores de desprecio y exclusión hacia otras razas, prejuicio que se va desarrollando y asentando en la mente hasta la vida adulta.
Estudios que apoyan esto han descubierto que los prejuicios raciales entre padres e hijos coinciden de manera significativa. Pero no todo se queda en familia: los medios de comunicación de masas han sido acusados fuertemente a lo largo de los años por favorecer los prejuicios contra determinados grupos.
Factores de personalidad
Aunque los factores ambientales impulsen la creación y sostenibilidad de los prejuicios, las diferencias individuales en este campo son muy importantes. Por eso que existe otra corriente centrada en averiguar qué hace que algunas personas adopten o desarrollen prejuicios de manera más fácil.
Los datos más significativos al respecto asocian el origen de los prejuicios con las personalidades autoritarias. Las personas que daban este perfil en los tests solían venir también de familias autoritarias, donde la exigencia y las expectativas puestas en ellos eran grandes.
El enfoque cognitivo
Una vez vistos los enfoques anteriores, muchos psicólogos sociales quisieron ir a lo más básico en el origen de los prejuicios: los procesos cognitivos en sí. La perspectiva cognitiva sitúa este desencadenante en los estereotipos negativos. Cuando se atribuyen características peyorativas a un colectivo, las actitudes y comportamientos discriminatorios son mucho más abundantes.
Pero, ¿qué otros procesos hay? A continuación completamos la lista.
Categorización
Este es un proceso muy básico y adaptativo de nuestra mente que consiste en agrupar elementos mentales por categorías. Por otro lado la acción de “colocar” a una persona en una categoría mental sobredimensiona las diferencias entre ese grupo y el nuestro, lo que puede dar lugar a la formación de estereotipos.
Esto, a su vez, puede combinarse con el deseo de tener una identidad social. Cuando esto ocurre, en ocasiones la reafirmación pasa por despreciar o discriminar a los otros grupos.
Procesamiento selectivo de la información
¿Por qué los prejuicios y estereotipos no cambian cuando las personas se encuentran con casos que los niegan? Para responder a esto, los psicólogos sociales afirman que las personas no procesamos el mundo de forma objetiva, sino sesgada.
Es probable que prestemos más atención a los datos que confirman nuestras creencias, es decir, procesamos de forma selectiva. De hecho, podemos hablar de tres procesos psicológicos afectados por esto:
- Atención: como dice arriba, las personas tendemos a ver lo que esperamos ver. Un efecto de esto es la correlación ilusoria.
- Percepción: los estereotipos influyen en cómo percibimos los hechos de una manera sutil. Por ejemplo, en un caso de racismo puede interpretarse de manera más amenazante la actitud de la persona de la raza oprimida.
- Memoria: se recuerda mejor la información que confirma los estereotipos y prejuicios.
Conclusiones sobre el origen de los prejuicios
El mundo es un lugar complejo. Los prejuicios, como parte de ese mundo, también son multifactoriales. Tratar de abarcar el origen de los prejuicios con una perspectiva holística es tarea de gigantes, pero poco a poco se van desvelando más trucos de nuestra mente. Todo lo que se averigua, por supuesto, es material valiosísimo para seguir avanzando en la construcción de una sociedad más justa.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/por-que-nacen-los-prejuicios/
No hay comentarios:
Publicar un comentario