viernes, 6 de diciembre de 2024

La nueva carrera espacial y un boom nunca visto en la historia.

 OPINIÓN | Innovación y otras yerbas

La nueva carrera espacial y un boom nunca visto en la historia

En el sector están surgiendo nuevas empresas que tienen promotores y detractores. Uruguay no es ajeno.


15.11.2024 14:06

En 1965, Gordon Moore, fundador de Intel, notó que el número de transistores que podían colocarse en un circuito integrado se duplicaba aproximadamente cada año. Extrapolando, formuló lo que se conoce como la ley de Moore.

Dicha ley dice que la capacidad de procesamiento de los computadores se duplica aproximadamente cada dos años, sin que aumente su costo. No es una ley de la naturaleza, es una observación práctica que demostró ser aproximadamente verdadera desde su origen hasta hoy.

En otras tecnologías ocurrieron fenómenos parecidos: en 2003 se completó la secuenciación del genoma humano, en un proyecto que costó del orden de los 3 mil millones de dólares. Veinte años después es una tecnología accesible a un costo de menos de 200 dólares.

En la década del 90’ el costo de poner 1 kg en órbita era de alrededor de 50.000 dólares, hoy cuesta 25 veces menos y sigue bajando.

El comienzo de la nueva era espacial está asociado a SpaceX, fundada en 2002 por Elon Musk. Después de varios fracasos transformados en aprendizajes, como todas las StartUps, en 2015 logró el primer cohete reutilizable, en 2020 comenzó los vuelos tripulados y hace pocas semanas logró capturar el cohete de lanzamiento del StarShip en el aire y acoplarlo a su torre de lanzamiento. Vale la pena ver el video. SpaceX tiene más del 50% del mercado de lanzamientos espaciales.

La ley de Moore, aplicada a los costos de poner en órbita un satélite, y a los costos propios del satélite, está impulsando una nueva carrera espacial. Veamos algunos ejemplos:

Relativity Space: dedicada a la fabricación de cohetes mediante impresión 3D.

Está desarrollando el cohete Terran R, totalmente reutilizable.

Rocket Lab: dedicada al lanzamiento de pequeños satélites. Su cohete Electron es uno de los más utilizados en el mercado de satélites pequeños.

Astra, Impulse Space, Hermeus, SpinLaunch son también nuevas empresas del sector. Por su parte Hermeus está desarrollando un avión supersónico para transporte capaz de alcanzar la velocidad de Mach 5. Varda Space Industries apunta a producir materiales en el espacio aprovechando la microgravedad.

El boom es tan relevante que Y Combinator, la aceleradora de empresas de mayor prestigio, ha publicado un aviso que vale la pena ver. El aviso apunta a atraer emprendedores con nuevas ideas en el sector aeroespacial. Y Combinator ya ha apoyado a empresas como Astranis, dedicada a satélites de comunicación de bajo costo; Inversion, que desarrolla cápsulas de reingreso orbital para transporte de carga; Orbit Fab, para el abastecimiento de combustible en el espacio y varias más.

En Uruguay no estamos ajenos al boom. Satellogic, con presencia global, tiene su fábrica en Zonamérica: decenas de satélites orbitan con la bandera uruguaya. Satellogic se dedica a las imágenes satelitales y apunta a integrar herramientas de Inteligencia Artificial para su procesamiento.

Su fundador, Emiliano Kargieman, escribe en su blog:

“Pronto, ya no dependeremos de analistas que procesen manualmente imágenes satelitales y las fusionen con otros datos auxiliares en flujos personalizados de procesamiento geoespacial para extraer las perspectivas que necesitamos. En su lugar, interactuaremos con grandes modelos de IA de Observación de la Tierra con acceso a imágenes en alta resolución y en tiempo real de nuestro planeta para derivar esas perspectivas.”

Otra iniciativa cercana es Tlon Space, empresa argentina que presentó un proyecto para construir un puerto espacial en Rocha, tal como informó Montevideo Portal aquí.

El proyecto de Tlon Space tiene sus detractores, que se basan en los riesgos ambientales propios de un puerto espacial. Sin dudas los riesgos existen, pero también existen las medidas de mitigación de riesgos, y los beneficios de ser parte de esta nueva era espacial.

Tomar la bandera de “todo vale”, o la bandera “todo lo que tiene riesgos debe ser evitado”, es fácil. Trazamos la línea y nos peleamos de un lado y del otro.

Lo difícil, pero totalmente necesario, es el análisis desprejuiciado de estos tres elementos para tomar una decisión final, que seguramente no le gustará a una de las partes embanderadas.

Fuente:  https://www.montevideo.com.uy/Confirma/La-nueva-carrera-espacial-y-un-boom-nunca-visto-en-la-historia-uc906600

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