jueves, 20 de marzo de 2025

El auge biotecnológico de China está transformando el panorama farmacéutico mundial.

 

El auge biotecnológico de China está transformando el panorama farmacéutico mundial

León Zhang

Las reglas del juego en el sector farmacéutico mundial están cambiando. China, que antes era considerada principalmente como productora de medicamentos genéricos, ahora está surgiendo como una fuerza dominante en el desarrollo de nuevos medicamentos.

Los gigantes farmacéuticos occidentales –entre ellos AstraZeneca, GSK y Merck Sharp & Dohme– están trabajando activamente para obtener licencias de medicamentos creados por empresas biotecnológicas chinas. Sólo en los últimos dos años, los acuerdos de licencia por miles de millones de dólares se han convertido en la norma, y ​​no hay señales de que esto vaya a detenerse. La afluencia de medicamentos desarrollados en China a los mercados occidentales indica una reestructuración fundamental del panorama biofarmacéutico mundial.

El auge biotecnológico de China está transformando el panorama farmacéutico mundial

Ha terminado la era en la que China era un participante pasivo en el mercado farmacéutico mundial.

¿A qué se debe esta repentina fiebre? Hay una confluencia de factores en juego. Las empresas biotecnológicas chinas, que antes contaban con abundante capital de riesgo, ahora se enfrentan a plazos más reducidos para la oferta pública inicial y a oportunidades de financiación cada vez más limitadas. Mientras tanto, las compañías farmacéuticas multinacionales, que se enfrentan a unos costes de investigación y desarrollo cada vez mayores y a una rentabilidad decreciente, ven a China como una fuente de innovación eficiente y rentable.

Según el banco de inversiones Stifel, casi un tercio de todos los acuerdos de licencias farmacéuticas importantes en 2024 involucraron a empresas chinas, frente a solo el 12 por ciento de hace dos años.

El auge de la biotecnología en China no es casualidad. En la última década, el país ha invertido mucho en la industria biotecnológica, fomentando un ecosistema de investigación que combina incentivos gubernamentales, una sólida reserva de talentos y una mentalidad emprendedora.

La vanguardia

Esto ha dado lugar a un aumento del desarrollo de fármacos innovadores, desde nuevos productos biológicos hasta terapias celulares y genéticas de vanguardia. El panorama regulatorio también ha evolucionado, y la Administración Nacional de Productos Médicos de China ha agilizado los procesos de aprobación para fomentar un desarrollo más rápido de los fármacos.

Uno de los mayores atractivos para las grandes farmacéuticas son las ventajas que ofrece China en materia de ensayos clínicos. La amplia base de pacientes del país acelera el reclutamiento para ensayos, mientras que su marco regulatorio permite aprobaciones más rápidas.

Realizar investigaciones clínicas en China también es significativamente más barato que en Estados Unidos, lo que permite obtener datos preliminares que aumentan la confianza de los inversores. Las empresas suelen poder obtener datos de prueba de concepto en China antes de expandirse a ensayos globales, lo que lo convierte en un mercado estratégicamente valioso.

Al mismo tiempo, la percepción global de la innovación en el campo de los medicamentos está cambiando. Si bien algunos todavía equiparan la "innovación" con los avances de primera clase, la realidad es más matizada.

Gran parte del éxito biotecnológico de China se debe a medicamentos "biomejores", es decir, mejoras de terapias existentes que mejoran la eficacia y reducen los efectos secundarios. No se trata de meros retoques incrementales, sino de una optimización estratégica. Si se puede desarrollar un medicamento mejor con mayor rapidez y a un menor costo, ¿realmente importa que el objetivo original se haya descubierto en otro lugar?

Por ejemplo, las empresas chinas han estado a la vanguardia en la mejora de los conjugados de anticuerpos y fármacos, una clase de terapias dirigidas contra el cáncer. Estos tratamientos han generado interés mundial y varias empresas chinas han cerrado importantes acuerdos de licencia con socios occidentales. Otras áreas de fortaleza incluyen las terapias CAR-T, los anticuerpos monoclonales innovadores y los medicamentos de moléculas pequeñas para oncología y enfermedades autoinmunes.

El auge biotecnológico de China está transformando el panorama farmacéutico mundial
Imaginechina

Las empresas chinas han atraído la atención mundial con el desarrollo de medicamentos innovadores, incluida la mejora de los conjugados anticuerpo-fármaco, una clase de terapias dirigidas contra el cáncer.

Reducción de riesgos

Las compañías farmacéuticas occidentales parecen entusiasmadas con este enfoque. En lugar de desembolsar decenas de miles de millones de dólares en activos en fase avanzada con rendimientos inciertos, apuestan cada vez más a la capacidad de China para refinar y mejorar los medicamentos existentes. Esta estrategia reduce el riesgo y al mismo tiempo mantiene un fuerte potencial comercial.

A medida que aumentan los acuerdos transfronterizos, también aumentan las complejidades.

Los acuerdos de licencia son el punto de entrada más fácil, mediante el cual las multinacionales obtienen acceso a terapias de vanguardia sin el riesgo de una adquisición total, mientras que las empresas chinas reciben el capital y la validación global que tanto necesitan. Sin embargo, estos acuerdos suelen limitar los ingresos a largo plazo de las empresas chinas, ya que las mayores ganancias suelen fluir al licenciatario.

Las empresas conjuntas ofrecen un enfoque más equilibrado, ya que permiten a ambas partes compartir conocimientos en materia de investigación y desarrollo, fabricación y comercialización. Pero estas asociaciones conllevan desafíos, como culturas corporativas enfrentadas e ineficiencias en la toma de decisiones. Las adquisiciones totales, si bien son tentadoras para las grandes farmacéuticas, son caras y están plagadas de riesgos de integración posteriores a la fusión, desde la retención de talentos hasta la realineación operativa.

Además, a medida que las empresas biotecnológicas chinas maduran, cada vez más buscan más allá de los acuerdos de licencia para establecer su propia presencia global. Empresas como BeiGene e Innovent están poniendo sus miras en la comercialización directa en los mercados occidentales, lo que indica un posible cambio del crecimiento impulsado por las asociaciones a la competencia global independiente.

La pregunta sigue siendo: ¿lograrán construir marcas globales o los obstáculos regulatorios y comerciales frenarán sus ambiciones?

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La pregunta sigue siendo: ¿evolucionarán las empresas biotecnológicas chinas más allá de las licencias?

Riesgos y recompensas

Para las empresas biotecnológicas chinas, el aumento de los acuerdos de licencia es un arma de doble filo. Si bien las asociaciones aportan financiación, credibilidad y alcance mundial, existe el riesgo de convertirse en meros proveedores de investigación por contrato en lugar de líderes de la industria a largo plazo. La verdadera prueba será si las empresas chinas pueden evolucionar más allá de las licencias y convertirse en compañías farmacéuticas integrales capaces de lanzar sus propios éxitos mundiales.

Al mismo tiempo, la industria farmacéutica occidental debe actuar con cautela. A medida que más empresas recurren a China en busca de innovación, las preocupaciones regulatorias, la protección de la propiedad intelectual y las tensiones geopolíticas podrían complicar las colaboraciones futuras. Para ampliar las innovaciones biotecnológicas chinas a nivel mundial es necesario sortear estos desafíos y, al mismo tiempo, mantener la diferenciación competitiva.

La era de China como participante pasivo en el mercado farmacéutico mundial ha terminado.

El sector biotecnológico del país ya no se limita a recuperar terreno, sino que está estableciendo nuevas reglas para la innovación, la eficiencia y el acceso al mercado. Si bien persisten los desafíos, el impulso que sustenta estas alianzas es innegable.

A medida que las empresas chinas se convierten en actores importantes en el desarrollo de medicamentos, el equilibrio tradicional de poder en el sector farmacéutico mundial está experimentando una transformación. La próxima década determinará si el sector biotecnológico de China sigue siendo un socio clave para las empresas occidentales o emerge como un competidor de pleno derecho en el escenario mundial.

En una industria en la que las apuestas multimillonarias dependen de años de investigación y desarrollo inciertos, China ofrece algo poco común: una vía más rápida, más barata y cada vez más creíble para obtener nuevos medicamentos. El resto del mundo está tomando nota y ajustando sus estrategias en consecuencia.

(El autor es investigador adjunto del Centro de Investigación de Opinión Pública Global de China, de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, y socio fundador de 3am Consulting, una consultora especializada en comunicaciones globales).

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