martes, 16 de agosto de 2022

Asertivo y no agresivo, ¿cómo lograrlo?.// 7 características de las personas asertivas.

Asertivo y no agresivo, ¿cómo lograrlo?

Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 03 marzo, 2021

 El respeto por uno mismo hace que también se forje un respeto por los demás. Lo primero permite ser asertivo y lo segundo impide que se caiga en la agresividad. ¿Cómo lograr ese equilibrio? Aquí te lo contamos.

Asertivo y no agresivo, ¿cómo lograrlo?

La palabra asertivo no siempre es bien comprendida. Es frecuente que se confunda con una derivación de “acierto”, lo cual no es preciso. La asertividad es una habilidad social que le permite a las personas comunicar sus ideas y deseos y defender sus derechos de una forma adecuada.

Así pues, asertivo es aquel que sabe decir “no” cuando eso es precisamente lo que quiere decir. O aquel que manifiesta un desacuerdo, incluso si es políticamente incorrecto. También es quien sabe cómo formular una demanda o un requerimiento a los demás, de manera franca y clara.

Para decirlo de una forma sintética, asertivo es quien sabe pedir, negarse e intercambiar o negociar con otros, en coherencia con lo que desea. Corresponde a lo que conocemos como alguien sincero y directo. Es importante no confundir esto con el sincericidio o con la agresividad.

El elogio más grande que me han realizado jamás, fue cuando me preguntaron qué pensaba y se atendió a mi respuesta”.

-Henry David Thoreau-

Chico hablando con sobre datos curiosos del lenguaje corporal con su amiga

Lo asertivo, lo pasivo y lo agresivo

Es usual que lo asertivo se ubique como uno de los vórtices de un triángulo. En los otros dos extremos están lo pasivo y lo agresivo. En el extremo pasivo están las personas que evitan decir lo que piensan o se sienten inhibidas para reclamar sus derechos. También hay dificultad para pedir, pues existe la idea de que hacerlo siempre es molestar a otros.

Lo agresivo hace referencia al extremo opuesto. Allí se ubican esas conductas en las que no se pide o se solicita, sino que se exige. No se expresa lo que se siente o se piensa, sino que esto se grita o se enrostra. No hay consideración por el otro, pues la persona está convencida de que su mayor derecho es decir lo que tenga a bien.

Lo asertivo no es un punto medio entre esos dos extremos, sino otra forma de abordar la comunicación. Hay suficiente respeto por uno mismo como para no callar lo que no debe ser callado, pero también existe suficiente respeto por el otro como para tomar en consideración sus pensamientos y emociones.

Asertivo y no agresivo

El expresar lo que se piensa, siente o desea puede causar un choque con los demás, que a veces resulta inevitable. A nadie le gusta que le rechacen una invitación, por ejemplo. También es frecuente que en las relaciones jerárquicas haya cierto malestar cuando un subordinado no está de acuerdo con alguna directiva y lo exprese.

Mujer hablando a su amigo de malos modos

Lo que no tiene que suceder es que esa contraposición sea agresiva o de pie para un conflicto. ¿Cómo evitarlo? Hay algunas pautas que pueden ayudar, como las siguientes:

  • Ver las cosas en términos colectivos. A la hora de abordar una situación, lo mejor es analizar la perspectiva propia, pero también la de los demás. En particular, cuando hay un problema, la pregunta es: “¿Cómo VAMOS a solucionarlo?”
  • Tomar en consideración la posible reacción de los demás. Si se va a decir algo que puede ofender o molestar a otro, hay que anticiparse a su posible reacción. No hay que abordarlo de manera superficial, sino entendiendo que cada persona es diferente y lo que se dice tiene también un impacto variable.
  • Ir a los hechos y a los datos. Una apreciación o una idea se defienden citando hechos concretos o datos específicos, en lugar de especulaciones. Esto no solo es lo más razonable, sino que es fuente de credibilidad.
  • Manifestar lo que se siente. Esto es mucho mejor que conjeturar sobre lo que sienten los otros, o sobre sus intenciones o motivaciones. Decir cómo le hace sentir a uno determinado acto o situación aclara las cosas y limpia la comunicación.
  • Ser cortés con el contradictor. Lo más inteligente es entender que quien piensa diferente porta un punto de vista que puede ampliar el nuestro. Así que vale la pena escucharlo, en lugar de retarlo o ponerse a la defensiva con él.
  • Autoevaluar las motivaciones. Al decir algo que choca con otros, o defender un derecho, es importante reflexionar acerca de la validez de las motivaciones para hacerlo. De este modo, no se caerá en un automatismo reactivo, ni habrá necesidad de agredir a nadie.
  • Acudir a la persuasión. Si se analizan las cosas y se llega a una convicción firme, por más razonable que sea no sirve si no se logra comunicar de manera precisa y clara. Ser asertivo nunca pasa por ser impositivo.

Para ser asertivo se necesita entrenamiento y amor propio. Este último es el que impide caer en faltas de respeto o agresiones hacia los demás o hacia uno mismo. El entrenamiento, por su parte, hace que cada vez sea más fácil lograr esa congruencia personal que, a la vez, es amable con otros.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/asertivo-y-no-agresivo-como-lograrlo/

7 características de las personas asertivas


Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 31 mayo, 2019


7 características de las personas asertivas

Las personas asertivas no solo nacen, sino que también se hacen. Por supuesto que hay condiciones en las cuales se facilita más el desarrollo de ciertas virtudes o habilidades, pero finalmente todos tenemos que trabajar para evolucionar hacia formas de ser y de actuar que sean más acertadas y constructivas.

La asertividad podría definirse como la capacidad para relacionarse con los demás de una forma sincera y edificante, constituyendo así un puente para la confianza interpersonal. También podría decirse que es una actitud frente a uno mismo y a los otros que conduce a mantener el equilibrio entre los derechos y los deberes, al mismo tiempo que cuida del respeto mutuo.

Es mucho más fácil teorizarlo que llevarlo a la práctica. Las personas asertivas son el fruto de diferentes procesos y esfuerzos que confluyen para alcanzar esa actitud. Finalmente todo esto forma parte de ese largo camino que nos lleva a aprender a vivir. Vale la pena examinar cuáles son esas características que nos hacen asertivos. Enseguida se presentan 7 de ellas.

La diferencia básica entre ser asertivo y ser agresivo es la forma en que nuestras palabras y comportamientos afectan a los derechos de los demás”.

-Sharon Anthony Bower-

1. Las personas asertivas saben lo que es el respeto

La palabra respeto se define como esa capacidad para otorgarle valor y tratar con consideración a algo o alguien. Las personas asertivas desarrollan esa capacidad. La aplican a sí mismos y sobre todo a lo externo a ellos, ya sean personas, ideas, obras o incluso animales.

El respeto se manifiesta en primera instancia como una renuncia a la violencia. El maltrato no es una opción en ninguna circunstancia. Si hay contradicción o conflicto, las personas asertivas lo tramitan desde el auto-respeto y del respeto por los demás. Esto se traduce muchas veces en un esfuerzo por preservar tanto la propia dignidad como la ajena.

Esa actitud de respeto también se manifiesta frente al mundo de los conceptos, ideas e ideologías. El campo de las creencias y de las convicciones no se demerita, por más que no se comparta. Alguien asertivo entiende que en todos los seres humanos y en sus obras hay un valor que no puede ser pasado por alto.

Hombre

2. Se relacionan de forma sincera con los demás

Las personas asertivas le dan importancia a las buenas relaciones con los otros. Entienden que estas no se pueden edificar sobre la falsedad o la hipocresía. Por eso se muestran como son, pues quieren que los demás sepan a qué pueden atenerse con ellos.

Procuran no ubicarse en posiciones a largo plazo incómodas, como la condescendencia. Si están en desacuerdo con algo lo dicen directamente. No sacrifican su identidad por evitar contradicciones. Por lo mismo, escogen sus amistades con cuidado. Si no les nace de corazón darle su amistad a alguien, no lo harán. No se mueven por conveniencias, sino por convicciones.

3. Se conocen a sí mismos, se aceptan y se aprecian

Las personas asertivas tienen confianza en sí mismas, pero esta no nace de un sentimiento de suficiencia o una percepción de superioridad. Si confían en lo que son es porque se conocen; y si se conocen es porque se observan, se evalúan y aprenden a tener un diálogo interno constructivo. Esto significa que se asumen como personas con aciertos y errores.

El autoconocimiento lleva a la comprensión. Esta a su vez conduce a la aceptación y al amor propio. La asertividad está precisamente en contar con la suficiente humildad como para saberse humano y, por tanto, imperfecto. Un “sentimiento de imperfección” del que emana la voluntad y la motivación por crecer, por mejorar y por lograrlo en muchas áreas.

4. Tienen autocontrol y estabilidad emocional

Las personas asertivas logran construir mecanismos para regular sus emociones. Por eso la actitud que predomina en ellos es la de serenidad. Entienden que todos sentimos y que las emociones necesitan tramitarse. No es que no sientan ira, o angustia o dolor. Simplemente han aprendido que desasistir al timón de sus vidas de todo control conduce a la expresión equivocada de estas emociones que tienen tanta energía.

Este principio también lo aplican a los demás. Esto quiere decir que saben comprender los sentimientos de otros y buscan que también se ubiquen en un estado de tranquilidad. Quienes son asertivos no echan leña al fuego ni buscan manipular al otro buscando sus “culpas” o debilidades. Contribuyen a que los demás recuperen su centro para que ninguna situación se escape del todo a su control.

5. Cultivan sus habilidades comunicativas

Muchos de los problemas nacen de una mala comunicación. Asimismo, muchas dificultades se resuelven en el terreno de la comunicación y el diálogo. Lo que hace tan complejo el intercambio de pareceres es que muchas veces no se emplean adecuadamente las herramientas para hacerlo. Falta sinceridad, la verdadera intención de llegar a un entendimiento o simplemente no hay claridad sobre lo que se quiere decir o hay dudas sobre cuál es la mejor forma de expresarlo.

pareja hablando representando a las personas asertivas

El autoconocimiento y la reflexión permiten que se desarrollen las habilidades comunicativas también. Esto supone la capacidad para expresar, clara, sencilla y sinceramente lo que se lleva dentro. Pero también implica el estar en capacidad de escuchar activamente lo que el otro tiene para decir. Lo cierto es que las personas asertivas conocen el valor de la comunicación y están dispuestas a invertir recursos para mejorar su manera de comunicarse.

6. Saben poner límites

No siempre se puede tener excelentes relaciones con los demás. La realidad nos pone en frente de personas que tienden al abuso o que albergan en su interior al deseo de hacer daño, en una especie de resentimiento con la vida. Esto genera tensiones frente a las que las personas asertivas saben decir “basta”. Entienden que todo tiene un límite y que hay situaciones que exigen demarcarlo claramente.

De igual modo, no siempre se pueden complacer las expectativas o los deseos de otros. Esto, eventualmente, da lugar al nacimiento de culpas que a veces invitan a pasar por encima de nosotros mismos. Al desarrollar la asertividad esto no ocurre: se puede decir “no” sin que la negativa genere un malestar interno.

7. Son emocionalmente independientes

Quienes son asertivos también se vuelven capaces de tolerar y asimilar el rechazo o la indiferencia de los demás. No actúan en función de la aprobación de otros, sino para ser consecuentes con sus creencias, convicciones y necesidades. Como todo el mundo, las personas asertivas prefieren ser reconocidas por los demás. Sin embargo, si esto no ocurre, no van a caer en la tentación de actuar en contra de su propia conciencia.

Todas estas características son inestables e inacabadas; es decir, si la tenemos, no vamos a ver cumplida la aspiración de encontrar personas que sean asertivas en todas sus actuaciones y palabras. Nada en lo humano es completo, en toda dimensión tenemos un margen de crecimiento y para sacarle partido es suficiente con intentarlo, cada vez más, cada vez mejor.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/7-caracteristicas-las-personas-asertivas/

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