martes, 5 de marzo de 2024

Personas íntegras ¿cómo son?//¿Qué son los valores morales?.

 

Personas íntegras ¿cómo son?


Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022


Si hay algo en lo que debería trabajar mucho más nuestra sociedad es en la integridad. Necesitamos personas humildes, pero comprometidas con un sistema de valores basado en la bondad, el respeto, el autorrespeto y en el deseo de hacer las cosas bien.


Si abundaran las personas íntegras, este mundo tendría mayor coherencia y hasta trascendencia. La hipocresía no tendría cabida, sabríamos convivir mucho mejor y la honestidad seria parte de nuestro ADN social. Quizá, por ello, suele decirse que esta virtud -la de ser íntegros- no abunda en exceso, y que es casi esa rara avis que tan poco se aprecia en el día a día.

Sin embargo, si hacemos un pequeño ejercicio de reflexión, tomaremos conciencia de que, quien más y quien menos, tiene a alguien en su vida con esta característica. Son figuras que inspiran por su buen hacer, por ser hombres y mujeres con unos valores sólidos. Se alzan como esas presencias de noble humanidad que nunca se dejan llevar por el egoísmo, y que viven alejadas del mundo de las máscaras y falsedades.

Lo más llamativo es que no son conscientes de la luminosidad de su carácter, y de cómo (casi sin saberlo) hacen que la vida sea mucho mejor cuando estamos a su lado. Y no lo saben porque son humildes. De algún modo, este perfil encaja muy bien en el arquetipo del héroe que definió Carl Jung en su día. Les mueve la bondad, hay una fuerza inherente en ellos y siempre batallan contra las tinieblas que se extienden en nuestra sociedad.

“La integridad es hacer lo correcto, incluso cuando nadie está mirando”.

-C. S. Lewis-

Chico pensando en las Personas íntegras
La honestidad requiere que uno actúe de acuerdo con la cosmovisión elegida y su propio sistema de valores.

Características de las personas íntegras

Una de las cualidades o fortalezas psicológicas que debería custodiar y desarrollar el ser humano es la integridad. Es como una piedra sagrada que atender, cuidar y proteger, pero la descuidamos. Más aún, la perdemos en el viaje de la existencia al dejar de ser fieles a nosotros mismos, al defender una idea y hacer la contraria, y romper la coherencia de nuestro carácter.

Podríamos definir la integridad como un rasgo de la personalidad que representa la “totalidad” de los valores más elevados en las personas. Los más decisivos son la honestidad, la rectitud, la bondad y la integridad. Se trata de un concepto holístico en el que todo ese conjunto de elevadas cualidades se cuidan cada día de manera expresa. Porque “ser íntegros” requiere esfuerzo y compromiso.

Por otro lado, es interesante saber que la psicología lleva años investigando este concepto. Interesa saber cómo es un líder íntegro, algo que analizó la Universidad de Anna en la India en el 2017. Asimismo, también despierta gran interés saber cómo actúa un político íntegro o qué dinámicas caracterizan a las empresas u organizaciones más honestas.

Cuando la corrupción abunda más de lo que desearíamos en nuestra sociedad, es decisivo comprender qué principios, qué motivaciones y rasgos esculpen a las personas íntegras. Analizamos esos componentes a continuación.

Integridad es esforzarnos por lograr que aquello que sentimos, decimos y hacemos esté siempre en armonía.

La humildad, el corazón de las personas íntegras

La humildad inhabilita a la soberbiael ego no tiene la fuerza suficiente como para imponerse de manera ciega a otros mecanismos de control del comportamiento, el pensamiento o las emociones. La personalidad definida por la integridad se esfuerza por ser mejor, por superarse.

Asimismo, es muy consciente de sus limitaciones y debilidades. Esto explica que practique el pensamiento autocrítico a diario, que haga profundos ejercicios de reflexión y que sean personas muy receptivas a las opiniones y perspectivas ajenas.

La honestidad, la mejor virtud humana

Ser honesto es defender la verdad y la justicia, es ser sincero en cada circunstancia y situación, pero sin hacer daño a nadie. Esta cualidad permite discriminar entre lo que está bien y lo que está mal, actuando de manera amable, pero firme, para defender lo que es justo, lo que es ético y respetuoso.

Ser auténtico, el arte de ser sincero consigo mismo

Las personas auténticas han realizado un profundo ejercicio de autoconocimiento. Saben cómo son, conocen su carácter, sus luces, sus sombras, sus valías, son conscientes de esos valores que les dan sentido y actúan en consecuencia. Nunca actuarán de manera opuesta a lo que sienten en cada momento. Lo que vemos es lo que son y lo que son es todo lo que vemos.

Todo es armonía en este perfil de la personalidad, porque la autenticidad es otro de los interesantes reflejos de la integridad.

La lealtad, el lazo que nunca se rompe

Los líderes íntegros, los políticos íntegros, las empresas íntegras y hasta las familias definidas por esta característica, se definen por la firme lealtad a los suyos. Porque las personas con el corazón honesto e íntegro no traicionan, cuidan. No abandonan, no vulneran o fallan; al contrario, se vuelcan en los demás y cumplen con todo lo que prometen.

Hombre y mujer hablando al aire libre sobre las Personas íntegras
Las personas íntegras se definen por un buen control emocional.

Respeto y autorrespeto, el arte de cuidarse para cuidar

La integridad se alza como el crisol de todos los valores. Es el pegamento que nos adhiere a la necesidad de hacer siempre lo correcto. Dentro de esa piedra angular está la capacidad de respetarse a uno mismo y de respetar a los demás. Recordemos, la base de toda relación feliz y saludable es aquella en la que somos capaces de cuidar a la otra persona, pero también a nosotros mismos.

De este modo, evitamos desde amores que vulneren nuestra autoestima, relaciones que duelan y, en general, contextos donde se olvida lo que uno vale y merece. Ser íntegros con nosotros mismos nos recuerda la firme necesidad de ser respetados y de procurar el bienestar ajeno. Defenderlo es también un ejercicio de dignidad.

La responsabilidad, el esfuerzo por hacer lo correcto

El ejercicio de la responsabilidad personal enhebra también el bello arte de ser íntegros. Porque buena parte de las cosas que suceden a diario, no son siempre causa del destino o de terceras personas. Saber que uno también es responsable de su conducta y sus consecuencias es un valor indiscutible que todos deberíamos practicar.

Esforzarse por hacer lo correcto en cada circunstancia es lo que distingue a esas personas responsables e íntegras, de aquellas de mente y corazón deshonesto.

Control emocional, la herramienta para actuar

La correcta gestión y regulación emocional tiene mucho que ver con la integridad. Pensemos en ello, todo el que se deje llevar por los impulsos, por esas emociones automáticas sin filtros ni control, rara vez logran actuar de manera respetuosa o comprometida. Los momentos más difíciles de la vida, requieren de un esfuerzo cognitivo y moral que debe ir de la mano de la regulación emocional.

Quien no regule sus emociones, actuará guiado por el caos. No es fácil ser honesto, responsable o respetuoso cuando alguien se siente atenazado por la ira, la frustración o la rabia. Por ello, el valor de la integridad es tan elevado, sofisticado y bello a la vez. Porque de él se desprende nuestra mejor versión… Esa en la que todos deberíamos trabajar.

Fuente:  https://lamenteesmaravillosa.com/personas-integras-como-son/

¿Qué son los valores morales?


Los valores morales son esenciales para la convivencia en sociedad y para el progreso de la vida y las relaciones humanas. Si quieres saber más sobre este tipo de valores, ¡sigue leyendo!

José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 07 abril, 2022



Los valores morales nos hablan sobre el arte de la buena vida, sobre el bien y el mal. Son inherentes a todas nuestras prácticas relacionales y narrativas. Por ellos, nuestras acciones toman forma y sentido, pues son como una vela que nos ilumina y orienta hacia el buen actuar en relación con el otro.

Estos valores están íntimamente relacionados con nuestra conciencia social y con el entramado de ideas asociadas con la vida espiritual, comunitaria y política de cada sociedad. Son el cimiento de toda convivencia armoniosa entre las personas y abarcan todo lo referido a las relaciones entre los hombres.

Los valores morales

Antes de definir los valores morales, es necesario que entender qué es un valor y qué es la moral. Los valores son un conjunto de predicados que orientan las actitudes y acciones y le proporcionan un sentido a la vida cuando estas están alineadas con ellos. Son también un conglomerado de actitudes mostradas por las personas que dan sentido y rigen la vida del ser humano.

Los valores son el fundamento sobre el que se configura un sentido de vida. Al comprometerse con ellos, se está construyendo una vida valiosa, digna de ser vivida. Así, la vida de cada ser humano solo tiene sentido en la medida en que se vive de acuerdo con un sistema de valores que orienta cada acción y decisión en medio de la incertidumbre de la existencia.

Chica abrazando a un amigo

Por su parte, la moral es el conjunto de deberes y normas que guían la conducta. Permiten diferenciar entre comportamientos buenos y malos, qué se debe hacer y qué no. A diferencia de la ética, que es una reflexión teórica acerca de las obligaciones normativas, la moral tiene un componente eminentemente práctico.

La moral es una condición necesaria para la convivencia pacífica en cualquier sociedad. Ofrece las reglas sobre las que debe basarse cada acción, sustentando así las demandas propias de cada sociedad. Los principios que en ella se constituyen indican cuál es la forma buena, virtuosa y correcta de comportarse en relación con los demás.

Partiendo de todo lo anterior, podemos decir que los valores morales son un conjunto de cualidades y acciones normativas destinadas a regular y orientar el comportamiento. Estos valores fundamentan el buen obrar en relación con nuestro prójimo. Son inherentes a toda forma de interacción humana que propicia el desarrollo, el crecimiento y la armonía de todas las personas involucradas.

Características

Los valores morales son los estándares del bien y del mal que rigen el comportamiento y las elecciones de un individuo, tanto a nivel personal como social. Gracias a ellos las personas pueden vivir de manera cooperativa y armoniosa. Entra las características de estos valores encontramos las siguientes:

  • Son cotidianos: los aplicamos en nuestro día a día, aunque a veces no nos demos cuenta. ¿Cuántas veces has sido honesto o respetuoso en un día y no te has dado cuenta?
  • Son perdurables y no se marchitan con el paso del tiempo. Es muy difícil hallar una persona que los abandone de un día para otro. Si eres una persona compasiva, es difícil que dejes de serlo de un momento a otro. Estos valores tienden a ser perdurables porque son una base sólida para las relaciones que tenemos. Además de que le dan sentido a nuestra vida.
  • Los valores morales son generadores de bienestar, tanto personal como social. Obrar de manera correcta y virtuosa es satisfactorio y generan una sensación de deber cumplido.
  • Disminuyen los conflictos entre las personas, por eso se constituyen como garantes de una convivencia pacífica y armoniosa.
  • Tienden a transmitirse de generación en generación. Sin su transmisión no sería posible conservarlo a lo largo del tiempo.

Los valores morales se aprenden en el proceso de socialización. La escuela y la familia son dos grandes mediadores para su aprendizaje. La educación escolar y la crianza desempeñan una función destacada para que los niños introyecten la importancia de obrar de acuerdo con la moral y los principios éticos que rigen las conductas virtuosas del ser humano.

Persona ayudando a otra

Lista de valores morales

A continuación dejamos una lista de los principales valores morales, aunque existen algunos más.

  • Respeto: valor moral que permite que una persona pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades de los demás y sus derechos.
  • Responsabilidad: es la capacidad de responder por nuestros actos. Es también la disposición y asumir las consecuencias de lo que hemos hecho.
  • Honestidad: es un valor moral que se asocia a decir la verdad, ser decente, recatado, respetuoso y justo.
  • Justicia: este valor hace referencia a ser equitativo y dar a cada persona lo que le corresponde por derecho.
  • Generosidad: consiste en el acto de dar o compartir con los demás sin esperar nada a cambio.
  • Tolerancia: es el respeto por las creencias y prácticas de las demás personas cuando son distintas a las propias.
  • Gratitud: es el reconocimiento por un beneficio que se ha recibido o se recibirá.
  • Bondad: es la tendencia hacer el bien. Implica también un grado considerable de compasión, de estar y padecer junto al otro sus sufrimientos y buscar la manera de aliviarlo.
  • Libertad: facultad de actuar según el propio criterio y la voluntad, dentro de los límites establecidos dentro de la sociedad.
  • Amor: valor que impulsa a una persona a preocuparse, respetar y comprometerse con el bienestar del otro sin esperar un beneficio a cambio. Es salir de sí mismo al encuentro del otro para quererlo tal cual es.
  • Lealtad: virtud de permanecer fiel a los principios morales o compromisos hacia alguien o algo (instituciones, gobierno, estado).
  • Humildad: consiste en el reconocimiento de las propias debilidades o limitaciones y en actuar de acuerdo con ellas.
  • Solidaridad: es ayudar a las demás personas de manera desinteresada, o sea, sin esperar nada a cambio.
  • Prudencia: es la capacidad de pensar en los riesgos o efectos que tendrán las acciones o las palabras sobre los demás, y de actuar en consecuencia para no causarles algún daño físico o emocional.

Para terminar, los valores morales no solo nos ayudan a tener mejores relaciones con los demás, sino que también permiten la construcción de una sociedad más humana y ética, en la que cada hombre es un fin en sí mismo y no el medio para los fines de otro. A través de ellos, se restaura la importancia que tiene cada ser humano en la vida social.

Fuente:  https://lamenteesmaravillosa.com/valores-morales/



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